<![CDATA[Repositorio Digital Institucional Facultad de Ciencias Sociales-UBA]]> https://repositorio.sociales.uba.ar/items/browse?advanced%5B0%5D%5Belement_id%5D=39&advanced%5B0%5D%5Btype%5D=is+exactly&advanced%5B0%5D%5Bterms%5D=Maggio+Ram%C3%ADrez%2C+Carlos+Mat%C3%ADas&output=rss2 Thu, 28 Mar 2024 15:03:13 -0300 ayuda@sociales.uba.ar (Repositorio Digital Institucional Facultad de Ciencias Sociales-UBA) Zend_Feed http://blogs.law.harvard.edu/tech/rss <![CDATA[Civilidad imaginada : la construccion de la civilidad como signo identitario en la prensa tardocolonial porteña : un analisis del Telegrafo Mercantil, Rural, Politico, Economico e Historiografico del Rio de la Plata y del Semanario de Agricultura, Industria y Comercio entre 1801-1803]]> https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1523

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Título

Civilidad imaginada : la construccion de la civilidad como signo identitario en la prensa tardocolonial porteña : un analisis del Telegrafo Mercantil, Rural, Politico, Economico e Historiografico del Rio de la Plata y del Semanario de Agricultura, Industria y Comercio entre 1801-1803

Colaborador

Malosetti Costa, Laura

Fecha

2016

Spatial Coverage

Temporal Coverage

1801-1803

Descripción

En 1801 los lectores porteños recibieron con entusiasmo la novedad de un periódico impreso en la sede del reciente virreinato del Río de la Plata. En sus páginas los editores del Telégrafo Mercantil, Rural, político, económico e historiógrafo del Río de la Plata (1801-1802) y del Semanario de Agricultura, Industria y Comercio (1802-1807) interpelaron a sus lectores para que intervinieran en los periódicos, divulgaran sus contenidos y modifiquen sus costumbres. Uno de los temas que preocupó tanto a los lectores como a los editores, en el arco que va desde la primera publicación del Telégrafo hasta la última carta que Manuel José de Lavardén publicó en el Semanario en 1803, fue el fomento de la civilidad, en tanto código de comportamiento para habitar la ciudad. La comunidad letrada alrededor de la prensa cifró en la civilidad un signo de la identidad local. Esto operó como una marca diferencial del mundo urbano frente a las múltiples castas, artesanado y campesinado. Por ejemplo en una de las escenas ficcional es de lectura, que se representaron en la prensa, se incorporó al campesino como receptor pasivo de las enseñanzas que el lector urbano del periódico, rodeado de libros y conocimientos de la “sabia Europa”, le transmitiría en sus visitas rurales. Las “buenas maneras” también necesitaban inculcarse en la ciudad, tanto cuando a causa de sus gustos por el lujo y la moda las mujeres llevaban a su marido a la ruina o porque el comerciante atentaba contra el rey al comprar mercaderías de contrabando. Por otro lado al destacarse en la prensa las “buenas maneras” de los españoles americanos se cuestionaba el enfoque que la literatura y prensa europea tenían sobre las costumbres en las ciudades del Nuevo Mundo.

La emergencia de la prensa impresa en el Río de la Plata se puede comprender si se la inserta en el marco de las reformas borbónicas que fomentaron la burocracia escrituraria en las ciudades iberoamericanas. En la prensa se intentó construir la historia e identidad de las ciudades del virreinato del Río de la Plata cuando el editor del Telégrafo solicitó a sus lectores que le enviaran documentos fundacionales e informes sobre las poblaciones virreinales. Frente a la narración de los hombres ilustres, fundadores de ciudades cargados de tradición, aquí se indagarán pequeños gestos, la crítica de costumbres en una ciudad en crecimiento y las narraciones identitarias desde el ámbito letrado para oponerse a la mirada de Lima, antigua sede virreinal, y de historia natural europea.

El periódico fue una irrupción novedosa en el horizonte de la cultura impresa. Los lectores tomaron la palabra, atiborraron de correos a los editores para que les publiquen sus producciones literarias. Desde poemas insulsos hasta artículos sobre plantaciones exóticas llegaban a los periódicos con la esperanza de verlos publicados en letra de molde. Llegar a la prensa era el acceso necesario para transformarse de lector en autor. Quién no necesitó de la validación del periódico, ya que gozaba de reconocimiento entre la élite ilustrada porteña, fue Manuel José de Lavardén cuya poesía emblemática inauguró el Telégrafo Mercantil. La “Oda al Paraná” se la considera una pieza distintiva del período neoclásico, porque habitó de ninfas el territorio americano. La escritura con tinte local hizo visible el territorio virreinal y sus habitantes que encontraron esas referencias conocidas en la prensa.

Los lectores, en su mayoría comerciantes y burócratas que llegaron al virreinato tras las reformas borbónicas, fueron interpelados por la prensa para que sean cómplices de la empresa gráfica con el pago de la suscripción y el envío de colaboraciones. Estas servirían para que otros lectores conozcan la sociedad, economía e historia del amplio territorio virreinal como estrategia para reforzar la identidad local, que tuvo múltiples adscripciones, y fomentar el “progreso”. Tanto en el Telégrafo Mercantil como en el Semanario de Agricultura las colaboraciones de los lectores americanos, que no sólo buscaban que su nombre estuviera en letras de molde, tuvo la misma importancia que la reproducción de los escritos publicados en los periódicos extranjeros, algunos traducidos del francés o el inglés en España.

La prensa tardocolonial imaginó a sus lectores en el rol de mediadores de la palabra escrita, lectores colectivos para públicos ajenos a la cultura impresa. Además de los textos programáticos de los “hombres ilustres”, como el conde de Campomanes, se escabulleron en la prensa cuestiones aparentemente triviales sobre las costumbres y maneras urbanas de comportarse en sociedad. La ficción periodística estableció distintas escenas de transmisión oral de los saberes avalados por la cultura impresa. El arco de los conocimientos cifrados en la prensa, que tendrían que ser “contagiados” por los lectores colectivos a sus escuchas, abarcaron desde las modernas técnicas agrarias hasta proponer el recato ante las inadecuadas costumbres de las bañistas en el Río de la Plata.

Frente al panorama estático y teatral de la ciudad barroca se contrapuso la ciudad ilustrada regida por la novedad y el movimiento, por ejemplo en el ascenso social que esperaba el padre camilucho después de muchos esfuerzos para que su hijo se dedicara al comercio decente y rechazara el contrabando. En las páginas de la prensa se argumentó en favor de la modernización del virreinato y el Viejo Continente fue su meta de llegada. Se apeló a la emulación de proyectos ilustrados y de su sociabilidad, como en la creación de sociedades literarias, pero también en ese mismo gesto modernizador se reivindicó el color local, tanto en la potencialidad de nuevos cultivos como el añil o como en la pluma de los eruditos criollos para narrar su visión del mundo.

La prensa porteña tardocolonial fue el espacio donde se disputó la narración de la sociedad y costumbres americanas contra los eruditos europeos, principalmente aquellos dedicados al género literario de la historia natural, que pensaron el Nuevo Mundo marcado por la barbarie. Para diferenciarse de los filósofos de gabinete europeos, que nunca habían visitado América, en la prensa se buscó rescatar la civilidad de la burguesía rioplatense así como “contagiar” con sus “buenas maneras” a distintos actores como los labradores, artesanos y castas urbanas. La modernización, según se propuso en distintos artículos, apuntaba a que el labrador abandonase su economía de subsistencia para que produzca excedentes que puedan incorporarse al comercio. La campaña bonaerense al vender su producción ingresaría al consumo mesurado de los bienes de “moda” y “lujo”, presentados como baluartes de los nuevos tiempos. La tensión entre campo y ciudad fue constitutiva de los discursos que abonaron la prensa tardocolonial. El comercio, en el marco de la legalidad virreinal, fue sinónimo de intercambio y diálogo civilizado. Las propuestas de actualización de los saberes agrarios tuvo de fondo el comercio de los bienes excedentes y el acceso a la normas y consumos de la civilidad urbana.

Los primeros periódicos rioplatenses se preocuparon por marcar una agenda en clave local como reafirmación indentitaria que los diferenciaba de manera sutil del resto América. Las disputas poéticas contra un clérigo limeño marcaban la independencia de los porteños de su antigua sede virreinal. También se podrían sumar distintas huellas que marcaron una doble reivindicación identitaria, americana y criolla, como por ejemplo la elección la “Oda al Paraná” en el primer número del Telégrafo, el fomento de las distintas ramas del comercio local exportable por el Río de la Plata, las disputas entre los puertos de Ensenada y Montevideo, y principalmente el cuestionar la mirada europea sobre América, que por otra parte no distinguía a el nuevo virreinato.

Los discursos de matriz instruccional y prescriptivo sobre las buenas maneras a seguir en el territorio americano se encontraron con su reverso en las obras de historia natural escritas en Europa que cuestionaban la civilidad de los americanos. La prensa tardocolonial fue el espacio en el que se tomó distancia de Europa y a la vez se esgrimieron argumentos en favor de difundir los cambios en las costumbres para emular al Viejo Continente.

Idioma

spa

Extent

311 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Cobertura

7006287
Buenos Aires (inhabited place)
1801-1803

Table Of Contents

Introducción
1. Presentación
1.1 Recorridos
1.1.1 Vivir en la ciudad
1.2. “La disputa del Nuevo Mundo” en el Río de la Plata

Estado de la cuestión
2.0. Presentación
2.1. Breve repaso de los estudios sobre cultura impresa en Argentina
2.2 . Estudios sobre la prensa
2.3. Los periódicos como espejo para la historia
2.4. Civilidad
2.5. Sociabilidades
2.6. Problemas de identidad
2.7. Cierre

Reformas borbónicas, ciudad ilustrada y prensa escrita
3.0. Presentación
3.1. Las reformas borbónicas en América
3.2. La ciudad americana
3.2.1. Buenos Aires, regularidad y civilidad
3.2.2. Buenos Aires, regularidad y burocracia escrituraria
3.3. La imprenta y la circulación del conocimiento en Buenos Aires
3.3.1. La prensa de costumbres
3.3.3. Francisco Cabello y Mesa
3.3.3.1. Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Río de la Plata
3.3.3.2. El cierre del Telégrafo Mercantil
3.3.4. Juan Hipólito Vieytes y el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio
3.3.5. Suscriptores de un tiempo nuevo
3.3.6. La civilidad entre la ciudad y el campo
3.4. Cierre

La novedad en la prensa. La moda, el lujo y los petimetres
4.0. Presentación
4.1. La nuevo en la prensa
4.2. La moda que incomoda
4.3. De petimetres y currutacos
4.4. Cierre

Cultura impresa y civilidad
5.0. Presentación
5.1. Civilidad a la mexicana. Las lecciones de Clavijero y otras exhortaciones de un padre a un hijo en el Río de la Plata
5.2. Máximas para una ciudad en orden
5.3. La educación moral como pautas de civilidad
5.3.1. La tensión entre los saberes prácticos y los teóricos
5.3.2. Oralidad y escritura
5.5. La educación femenina
5.6. Teatro y costumbres
5.7. Cierre

Comercio y comunicación. Los caminos de la civilidad como reafirmación identitaria
6.0. Presentación
6.1. Corte, comercio y civilidad
6.2. Civilidad y caminos
6.3. El contrabando
6.4. Cierre

Del origen de la conciencia colonial a la identidad porteña
7.0. Presentación
7.1. Españoles-americanos. Un equilibrio difícil
7.2. Lavardén, el polemista
7.3. Enfrentamientos literarios
7.4. La expansión del campo de batalla
7.5. El mestizaje como demérito intelectual
7.6. La alimentación como insulto a los eruditos
7.7. Cierre

Las cartas de Velarde. Las respuestas de Lavardén
8.0. Presentación
8.1. Carta N° 1: De F. Juan Anselmo de Velarde al redactor del Semanario de Buenos Ayres
8.1.1. Escribir como un viajero
8.1.2. Instrucciones para el viaje ilustrado
8.1.3. Política de Piedra
8.1.4. Las sospechas de Lavardén
8.1.5. El geógrafo
8.1.7. Sobre los afroamericanos y la propuesta de las próximas cartas
8.1.8. Cierre
8.2. Carta N° 2: Sobre las erradas prevenciones de los extranjero en orden a nuestra situación económica
8.2.1. La moda de las introducciones
8.2.2. La risa por Raynal
8.2.3. Castañas y decadencia económica española
8.2.4. El clima y las costumbres
8.2.5. Diderot y el espíritu nacional
8.2.6. Cierre
8.3. Carta 3: Sobre las verdaderas causas de la decadencia del Estado económico de España
8.3.1. Las causas de la decadencia
8.3.2. Lecturas antiamericanas
8.3.3. Cuándo enmudecerá la maledicencia
8.3.4. El holandés inmóvil
8.3.5. Cierre.

Conclusiones

Agradecimientos

Bibliografía
Fuentes
Bibliografía crítica

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias Sociales

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

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Mon, 01 Feb 2021 16:10:38 -0300