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  • Descripción es exacto "Durante la dictadura iniciada en Argentina tras el golpe militar de 1976, el consenso fue uno de los elementos que desde un primer momento, junto con la vigencia del terror, la Junta Militar entendió que era indispensable para llevar a cabo su proyecto de reestructuración nacional.

    Los secuestros, torturas y desapariciones fueron acompañados por una estrategia que alcanzó todo el territorio, buscando el control del terreno cultural y simbólico. Se cerraron periódicos y revistas, se intervinieron medios, se clausuraron editoriales, se controlaron publicaciones, se secuestraron y desaparecieron periodistas y escritores... Todo esto, para manipular la opinión pública y llevar a cabo una fuerte campaña “antisubversiva”.

    Desde inicios del siglo XX, el fútbol se fue consolidando en el país como una práctica deportiva de los sectores populares, a partir de una serie de condiciones materiales y estructurales que así lo permitieron. El Mundial de 1978, asignado a la Argentina desde varios años antes del Golpe de Estado, era una gran oportunidad para mostrarle al mundo que el país era confiable, organizado, capaz de realizar un evento de tal magnitud. Así lo planificaron los miembros de la Junta desde el comienzo.

    Era tan importante la victoria deportiva como la imagen que el país daría al mundo. Había que mostrar una Argentina unida, en paz, donde todos gozaban de las libertades fundamentales. Argentina, un país en el que el fútbol, además de un deporte, puede ser un discurso político, cultural y social, tenía a su cargo la organización del Mundial, y la Junta Militar quiso aprovecharlo como propaganda a través de los medios de comunicación, no sólo nacionales, sino también internacionales. Era una oportunidad de marketing y de publicidad única, ya que cuanto aconteciera antes, durante y después del Mundial sería noticia en todo el mundo por los resultados deportivos, la cultura y la forma de vida en el país organizador.

    Debido al control y a la censura sobre la prensa nacional, muchos ciudadanos ignoraron todo lo que sucedía alrededor del Mundial. Se creó mucho miedo y se colmaron los medios con espacios de publicidad oficial y noticias falsas. Nunca, durante la dictadura, hubo lugar para los crímenes cometidos contra los derechos humanos. Sin embargo, a medida que se acercaba el inicio del Mundial, las denuncias y comentarios sobre la violación de estos en Argentina ganaban espacio en la prensa internacional pese al silencio de los medios nacionales. La dictadura tenía a favor la realización del evento para dar a conocer otra realidad.

    Allí es donde se sitúa este trabajo, ya que los secuestrados que luego quedaban en libertad, los exiliados, los testigos de muchas aberraciones, los testimonios de familiares y amigos, fueron desnudando, durante el Proceso mismo, la sistemática violación de los derechos humanos que se producía en el país.

    Y en esta difusión tuvo un rol fundamental la prensa extranjera. Se acercaba el Mundial y en Europa se hablaba cada vez más sobre las desapariciones, las torturas, los centros clandestinos de detención, la violación de las garantías constitucionales, y otros hechos que sucedían en Argentina. Este debate continuó durante los meses siguientes, hasta fin de año, producto de la visita de los reyes de España a Argentina. A partir de esto, lo que interesa investigar es cómo evolucionó la cobertura de los medios internacionales sobre la violación de los derechos humanos en el país. Primero a partir de voces oficiales, y luego con la denuncia de distintos organismos y asociaciones, y hasta de particulares."
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