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  • Descripción es exacto "En la Argentina contemporánea el fenómeno del suicidio juvenil es creciente. Frente a la expectativa de que los jóvenes proyecten su vida para lograr el estatus de adulto y se integren al mercado productivo y laboral, su muerte genera controversias explicativas.

    El suicidio se ha presentado como algo difícil de explicar. En los diferentes abordajes disciplinares que han construido explicaciones acerca del suicidio —algunas se han dedicado más específicamente al estudio del suicidio juvenil—, se articulan nociones que vinculan las maneras de entender la juventud, la muerte, la vida y el suicidio. Para comprenderlas, por tratarse de un tema que está vinculado tan directamente con la muerte, las creencias ocupan un lugar preponderante.

    En la presente investigación hemos buscado comprender las creencias vigentes en torno al suicidio juvenil. La creencia es una modelización de la certeza y una modalidad cognitiva. Es resultado de una actividad mental que encuentra como vehículo de expresión la narración como modalidad cognitiva de organización de la experiencia. Expresa un posicionamiento del sujeto con respecto a un estado de cosas cuyo valor de verdad se sostiene a partir de una adhesión personal o interpersonal. Ciertos enunciados se aceptan como ciertos, por medio de operaciones subjetivas de aserción o afirmación.

    Al conocerlas ha sido evidente que existen intersecciones argumentativas entre al menos dos tipos de disquisiciones: la explicación religiosa y el abordaje científico. Esto puede pensarse no solamente por la sacralización del tema de la muerte, sino por la misma interrelación de las ciencias con la religión si se reflexiona en torno a los límites del proceso de secularización del saber científico, teniendo en cuenta que las explicaciones científicas no se diferenciaban completamente de las explicaciones teológicas. (Löwith, 2007; Feyerabend, 1986; Agamben, 2003, 2008; Girard, René, 2006).

    Partiendo de esta comprensión —de que los límites que separan lo secular y lo religioso son permeables—, es no sólo interesante sino necesario poder comprender el sistema de creencias en torno al suicidio juvenil destacando estas intersecciones argumentativas que hacen de los abordajes científicos y teológicos campos interrelacionados y que se influyen mutuamente.

    La búsqueda de estas creencias se ha desarrollado en la tesis a partir de materiales publicados provenientes de cuatro grupos: los profesionales de la salud, los sociólogos, los filósofos existencialistas y los teólogos bautistas.

    En la tesis nos enfocamos particularmente en las explicaciones religiosas entre las cuales las teológicas solo revelan las perspectivas de las elites religiosas y no necesariamente de la feligresía. Con el fin de ampliar la comprensión realizamos una acabada etnografía entre los bautistas. Este grupo surge de los anabaptistas de Inglaterra luego de la Reforma. Más adelante se detallan los fundamentos de la selección.

    En esta oportunidad solo presentaremos un estudio de caso que se enmarca en la citada etnografía sobre las concepciones y la intervención sobre el suicidio.

    Entre los hallazgos más sobresalientes se destacan algunas creencias principales por su frecuencia. El suicidio es un proceso que se inicia con una ideación. La muerte es premeditada, deliberada. El suicidio es un acto que rompe con la racionalidad. En el origen del suicidio hay una decisión de poner fin a algo que difícilmente es la propia existencia del sujeto que muere. Los factores que llevan al suicidio se dividen en dos grandes grupos: predisponentes y desencadenantes. Estos últimos son siempre sociales. Por la profundidad de su impacto precipitan el pasaje al acto del suicidio, sin ser completamente responsables del suicidio. Se cree que sin la presencia de elementos predisponentes, aun con los mismos episodios desencadenantes, no se daría el suicidio consumado.

    En las argumentaciones científicas se nominan aspectos espirituales de las personas recurriendo a terminologías más propias del discurso religioso: la culpa, el dolor, la falta de paz, la falta de perdón, el rechazo y el auto rechazo son nociones ampliamente mencionadas. Si bien las implicancias de esos términos tienen variaciones son los mismos en el discurso científico y en el religioso. Estas y otras interrelaciones encuentran su máxima expresión en las palabras de los mismos jóvenes, de los cuales el relato de Antonella funciona como un caso testigo.

    En los textos analizados y en los testimonios, la familia tiene un rol protagónico para el desencadenamiento del suicidio: familias inestables, abandónicas, violentas, extremadamente rígidas, ausentes. Fundamentalmente familias que no cuidan, que no integran.

    Una creencia fundante hallada en los materiales es que el suicidio puede evitarse, prevenirse. La prevención se basa en la creencia de que en ningún caso la muerte es la solución para los problemas de la vida. Frente al suicidio consumado no hay nada que hacer salgo prevenir el efecto imitación y los efectos negativos en el entorno del joven fallecido. Es por eso que las propuestas se organizan en torno a la prevención como única intervención posible.

    Tanto en lo religioso como en lo científico se cree en la efectividad de la acción preventiva en el ámbito de la Escuela formal y de la enseñanza en otros espacios sociales.

    La atención de los jóvenes también debe estar orientada a la solución de los problemas vitales que hacen imposible seguir viviendo: revertir el fracaso escolar dando nuevas oportunidades; solucionar el desempleo, reducir las desigualdades, fortalecer a las familias, generar grupos de pertenencia.

    A lo largo del trabajo es posible ver que no se podría delimitar muy marcadamente la diferencia entre los diversos campos analizados. Las intersecciones son múltiples en las explicaciones y las creencias que se ponen en evidencia."
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