<![CDATA[Repositorio Digital Institucional Facultad de Ciencias Sociales-UBA]]> https://repositorio.sociales.uba.ar/items/browse?advanced%5B0%5D%5Belement_id%5D=41&advanced%5B0%5D%5Btype%5D=is+exactly&advanced%5B0%5D%5Bterms%5D=Fil%3A+Coviello%2C+Melina+Andrea.+Universidad+de+Buenos+Aires.+Facultad+de+Ciencias+Sociales.+Buenos+Aires%2C+Argentina&output=rss2 Thu, 28 Mar 2024 17:06:30 -0300 ayuda@sociales.uba.ar (Repositorio Digital Institucional Facultad de Ciencias Sociales-UBA) Zend_Feed http://blogs.law.harvard.edu/tech/rss <![CDATA[Posbandoneón : tanguedad y otros significados posibles]]> https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1202

Dublin Core

Título

Posbandoneón : tanguedad y otros significados posibles

Colaborador

Chertkoff, Laura

Fecha

2019

Spatial Coverage

Descripción

“Sos una oruga que quiso ser mariposa antes de morir”, escribieron Enrique Santos Discépolo y Luis César Amadori en 1935 en la letra del tango “Alma de bandoneón”. Hermosa y triste imagen que compara a este instrumento con el cuerpo de un gusano que anhela una transformación antes del final. ¿Pero acaso tiene que morir el bandoneón? Desde mi lugar, planteo una resignificación que ayude a que el fueye siga sonando, gimiendo, respirando.

Esta tesina se propone abordar el imaginario que hay en torno del bandoneón y mi intención es contribuir a ampliarlo. ¿Cómo llegué a preguntarme por ese instrumento? La primera respuesta sería ‘por familiaridad’. Julio, mi hermano menor, es bandoneonista y desde hace más de 15 años que el fueye está en mis oídos, mis conversaciones, mi mirada, es decir, en todo mi mundo de sentidos.

Antes de que él empezara a tocar, para mí el bandoneón estaba sólo relacionado al tango, ya que como sujeto social no puedo estar exenta de sentidos naturalizados. Mi hermano conoció ese instrumento en una fiesta familiar donde había una concertina de juguete que comenzó a ejecutar. Le gustó el sonido y después de una búsqueda intensa, consiguió un instrumento y empezó a estudiar. Sin embargo, el primer efecto de ruptura de mi sentido común fue que Julio tocase con el fueye un tema de Nirvana, que en realidad era de David Bowie: “The man who sold the world”. ¿Cómo era posible? Y sí. Él tenía 16 años y se había criado escuchando rock.

Volviendo a mí, durante la cursada como estudiante de la licenciatura trabajé en dos ocasiones el bandoneón como tema de investigación. La primera, fue para un taller de periodismo escrito donde abordé el problema de la escasez del instrumento en un contexto de gran demanda de jóvenes músicos que había surgido a principios del siglo XXI.

En el marco de ese trabajo, conocí a Soledad Venegas, una etnomusicóloga que por ese entonces estaba haciendo su tesis de grado en el Conservatorio Manuel de Falla y planteaba una hipótesis sobre el discurso de la superioridad del tipo de bandoneón Doble A y la obstaculización para construir y aceptar nuevos bandoneones. Desde el primer momento que leí esa tesis, pensé que su argumento podría ser enriquecido con otros conceptos teóricos que nos brinda la carrera de Ciencias de la Comunicación.

En el desarrollo de la investigación periodística también tomé conocimiento del Proyecto Pichuco de la Universidad Nacional de Lanús, para la construcción de bandoneones de estudio. La iniciativa me llamó la atención por lo diferente de su propuesta, ya que el objetivo no era producir bandoneones copiando a los tradicionales, sino cambiando algunos materiales para poder abaratar el costo del instrumento y hacerlo accesible, sobre todo, a las nuevas generaciones.

En la actualidad el bandoneón es de difícil acceso porque su vida útil es de aproximadamente 200 años y los que están en circulación datan de alrededor de 1850.

El escenario de escasez se vio incrementado a comienzos de la década del 2000 cuando muchos jóvenes se acercaron al instrumento, lo que generó un encarecimiento en los precios ya que la oferta no alcanzó para satisfacer a la nueva demanda.

Retomando mi experiencia en la carrera, años más tarde, la materia Comunicación y Educación me dio un marco teórico para analizar el bandoneón desde el punto de vista del rol de la universidad pública en el siglo XXI, la identidad, la transmisión cultural y el trabajo interdisciplinario entre el conocimiento popular y el académico. Todo llevaba a que me decidiera por una tesina de intervención, teniendo en cuenta también que mi orientación había sido la Comunicación Comunitaria. Sin embargo, me interesó más bucear por las representaciones que tiene nuestra cultura sobre el bandoneón. Ese imaginario social, del que el proyecto de la Universidad de Lanús es parte y en donde también busca disputar nuevos significados. Por ejemplo, ¿es un instrumento popular o sólo unos pocos pueden tocarlo?

Es en ese punto donde me identifico con esa propuesta: En el de aportar nuevos sentidos a un instrumento que está tan asociado al tango.

Pienso que desde la academia una de las formas de lograr ese objetivo, es nutrirse de nuevas miradas teóricas sin dejar de reconocer la importancia de autores que ya analizaron el género rioplatense. Entre ellos se encuentran Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Oscar del Priore, Horacio Ferrer, José Gobello, Eduardo Romano y Oscar Zucchi.

Si bien algunos de estos autores serán retomados a lo largo de la tesina, mi intención es dar lugar a otros investigadores y, sobre todo, otras investigadoras que durante los últimos años trabajaron las distintas problemáticas en torno al tango y al bandoneón desde una perspectiva que pone en cuestión varios discursos establecidos.

Por otro lado, he llegado a preguntarme si mi elección de objeto de estudio sólo se explica por una relación de parentesco. Claro que no. El bandoneón es un instrumento para tocar música y es ese lenguaje el que realmente me moviliza, me conmueve y me resulta muchas veces inexplicable. ¿Hay que explicarlo? No sé si esa sería la palabra correcta, pero sí creo que se puede reflexionar sobre él, porque en definitiva la música es arte, una práctica más de ese bichito complejo que es el ser humano.

Me di cuenta de que muchos de mis trabajos prácticos de la facultad tuvieron referencias musicales. Así, alguna vez la letra de una canción se transformó en el subtítulo de un capítulo o de una cita al comienzo de un ensayo. Y este interés se coronó al final del trayecto cuando elegí cursar un seminario sobre música e identidad.

Yo, Melina, entré en la facultad en 2003, pero antes y durante mi paso por la academia tuve una formación artística, más inclinada hacia el teatro. Hice clown, improvisación y me atrae la escena dramática. De hecho, el tango me empezó a gustar en la adolescencia por la teatralidad de sus letras y la interpretación que le daban los cantantes. Pienso que quizás exista en mí una relación entre el bandoneón y el drama nostálgico tan presente en el 2x4. La identidad es una representación temporal, cambiante e histórica. Por eso, concluyo que elijo terminar mi carrera universitaria con algo tiene que ver con lo sensible y lo artístico porque ese es el campo de sentidos en el que me reconozco y al que pertenezco.

Idioma

spa

Extent

172 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Cobertura

ARG

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Licenciada en Ciencias de la Comunicación

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

Identificador interno

4432
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Thu, 10 Sep 2020 23:48:57 -0300