https://repositorio.sociales.uba.ar/items/browse?advanced%5B0%5D%5Belement_id%5D=49&advanced%5B0%5D%5Btype%5D=is+exactly&advanced%5B0%5D%5Bterms%5D=Pol%C3%ADtica+econ%C3%B3mica&output=atom <![CDATA[Repositorio Digital Institucional Facultad de Ciencias Sociales-UBA]]> 2024-03-29T01:43:19-03:00 Omeka https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/546 <![CDATA[La distancia sociedad-partidos]]> 2021-11-25T08:29:11-03:00

Dublin Core

Título

La distancia sociedad-partidos

Fecha

2012

Idioma

Spa

Derechos

Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Genérica
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es

Formato

application/pdf
12 p.

Identificador

http://www.revistaargumentos.com.ar/index.php/argumentos/article/view/16/13
En: Argumentos. Revista de crítica social no. 1. (diciembre 2002). Buenos Aires: IIGG-FCS-UBA, 2002.
http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/collect/ar/ar-030/index/assoc/D6116.dir/1_3.pdf

Cobertura

Argentina

Relación

Hyperlink Item Type Metadata

]]>
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/547 <![CDATA[La bancarrota de la economía española (en cinco actos)]]> Se describe en cinco apartados la crisis financiera ocurrida en España en 2012, su relación con la recesión económica mundial originada en EE.UU. en 2007. Se da cuenta además de la necesidad de un pedido de rescate bancario a Bruselas y en consecuencia se origina una gran deuda y recortes sociales. Finalmente se explica cómo los mercados financieros regulan y dictan las políticas económicas.]]> 2021-11-25T08:29:11-03:00

Dublin Core

Título

La bancarrota de la economía española (en cinco actos)

Autor/es

Fecha

2013

Idioma

Spa

Derechos

Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas CC BY-NC-ND
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es

Formato

application/pdf
pp. 54-66

Identificador

ISSN : 2250-5482
https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/hicrhodus/article/view/957
En: Hic Rhodus. Crisis capitalista, polémica y controversias no. 3. (diciembre 2012). Buenos Aires : IIGG-FCS-UBA, 2012.
http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/collect/ar/ar-030/index/assoc/D8746.dir/hr3_4.pdf

Cobertura

España

Relación

Hyperlink Item Type Metadata

]]>
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1058 <![CDATA[Imperialismo informal militarizado : un estudio de caso sobre las relaciones entre los Estados Unidos y la República Dominicana durante el siglo XX.]]> La presente tesis refiere al papel que juegan las grandes potencias en la construcción del orden político internacional. Éstas han apelado históricamente a estrategias diferentes para ejercer su dominación, entre ellas la estrategia imperial. El asunto ha disparado el siguiente interrogante: ¿por qué los grandes poderes han preferido recurrir durante la mayor parte de la historia al imperialismo formal o colonialismo? Siendo éste el patrón preponderante, la mayoría de los estudios sobre el imperialismo se ha concentrado en este tipo de dominación. El interés de esta tesis se ubica en el reverso de lo que ha sido la tendencia habitual entre los historiadores, es decir, se desvía de los estudios clásicos sobre el colonialismo y el anexionismo territorial. Busca explorar por qué algunas grandes potencias se inclinan por una fórmula menos manifiesta de ejercer la dominación: el imperio informal. Particularmente, el trabajo se centra en un estudio de caso: la relación de los Estados Unidos con la República Dominicana durante el siglo XX, a la que se caracteriza como un “imperialismo informal de tipo militarizado”. La construcción de esta categoría –como variante diferenciable del “imperialismo informal de libre comercio”– permite, a su vez, enriquecer la densidad teórica de un concepto formulado originalmente para referir a las relaciones de dominación informal de Gran Bretaña en el siglo XIX. ]]> 2021-11-25T08:29:30-03:00

Dublin Core

Título

Imperialismo informal militarizado : un estudio de caso sobre las relaciones entre los Estados Unidos y la República Dominicana durante el siglo XX.

Colaborador

Russell, Roberto

Fecha

2019

Temporal Coverage

Siglo XX

Descripción

Idioma

spa

Extent

316 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Cobertura

USA
DOM
Siglo XX

Abstract

This thesis refers to the role played by the great powers in the construction of the international political order. Great powers have historically implemented different strategies to exercise their domination, including the imperial rule. The issue has triggered the following question: why have the great powers preferred to appeal to formal imperialism or colonialism for most of history? Being this the predominant pattern, most studies on imperialism have concentrated on this type of domination. The interest of this doctoral research goes in the opposite direction from what has been the usual tendency among historians, that is, it deviates from the classical studies on colonialism and territorial annexation. It seeks to explore why some great powers lean towards a less overt formula of exercising domination: the informal empire. In particular, the work focuses on a case study: the relationship between the United States and the Dominican Republic during the twentieth century, which is characterized as a “militarized informal imperialism”. This category –as a type of informal empire differentiable from the imperialism of free trade– enriches the theoretical density of a concept originally formulated to refer to Great Britain’s relations of informal domination in the 19th century.

Table Of Contents

Introducción
Consideraciones iniciales
Problema general de la investigación
Objetivos generales y específicos de la investigación
Planteo metodológico general e hipótesis de la investigación
Aspectos metodológicos específicos
Consideraciones finales

CAPÍTULO 1
Orden hegemónico y jerarquía.
El imperio informal en
1.1. Consideraciones iniciales
1.2. Reflexiones generales sobre el orden internacional
1.3. Los órdenes “equilibrio de poder” y “constitucional”
1.4. El “orden hegemónico”
1.4.1. Caracterización general de la hegemonía: principio ordenador y estabilidad
1.5. La jerarquía como principio ordenador de los órdenes hegemónicos
1.5.1. Definición y consideraciones generales
1.5.2. Dimensiones de la jerarquía internacional
1.5.3. Jerarquía económica, subdimensiones y niveles de subordinación
1.5.4. Jerarquía geopolítica, subdimensiones y niveles de subordinación
1.6. Los tipos ideales de orden hegemónico
1.7. Consideraciones finales

CAPÍTULO 2
Las relaciones entre los Estados Unidos y la República Dominicana en perspectiva histórica
2.1. Consideraciones iniciales
2.2. Imperialismo de libre comercio en Santo Domingo
2.3. El recurso a la carta militar
2.4. La etapa de imperialismo formal (1916-1924)
2.5. Fin de la ocupación
2.6. Ascenso de Trujillo al poder
2.7. La temprana Guerra Fría y la caída de Trujillo
2.8. La República Dominicana sin Trujillo
2.9. El intrincado camino hacia las elecciones democráticas de 1962
2.9.1. El intento golpista de Rodríguez Echavarría
2.9.2. El segundo Consejo de Estado
2.10. El gobierno de Juan Bosch
2.11. El Triunvirato
2.12. La etapa de Reid Cabral
2.13. Camino a la Guerra Civil
2.14. La Guerra Civil de 1965
2.15. El papel de la OEA en la crisis
2.16. El limitado papel de las Naciones Unidas
2.17. El fracaso de la “fórmula Guzmán
2.18. El camino hacia las
2.19. El gobierno provisional
2.20. De los “doce años” de Balaguer al fin de la Guerra Fría
2.21. Consideraciones finales
CAPÍTULO 3
La dominación económica
3.1. Control financiero
3.1.1. Antecedentes
3.1.2. La entrada en el siglo XX
3.1.3. La era Trujillo
3.1.4. Del post-trujillismo al fin de la Guerra Fría 3.1.5. Consideraciones finales sobre el control financiero
3.2. Control comercial
3.2.1. Consideraciones iniciales
3.2.2. La relación de dominación comercial estadounidense hasta 1930
3.2.3. Trujillo y los Estados Unidos: entre el comercio subordinado y la retórica nacionalista
3.2.4. Desde el post-trujillismo hasta el fin de la Guerra Fría
3.2.5. Consideraciones finales respecto de la dominación comercial
3.3. Control monetario
3.3.1. Algunas precisiones conceptuales
3.3.2. Entre la ortodoxia y la heterodoxia: la mirada monetaria del actor imperial
3.3.3. La política monetaria dominicana
3.3.4. Consideraciones finales sobre la dominación monetaria

CAPÍTULO 4
La dominación geopolítica
4.1. Control estratégico-militar
4.1.1. La proyección de poder de los Estados Unidos sobre la República Dominicana
4.1.2. Las primeras tres décadas del siglo XX
4.1.3. La era Trujillo
4.1.4 De la caída de Trujillo a la invasión de 1965
4.1.5. La República Dominicana post-invasión (1966-1991)
4.1.6. Consideraciones finales sobre el control estratégico-militar
4.2. Control doctrinario
4.2.1. La incidencia doctrinaria del Pentágono sobre las fuerzas armadas dominicanas
4.2.2. Las primeras tres décadas del siglo XX
4.2.3. La era Trujillo
4.2.4. El post-trujillismo: de la contrainsurgencia de Kennedy a la GBI de Reagan
4.2.5. Consideraciones finales sobre el control doctrinario

Conclusiones
Bibliografía

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias Sociales

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

]]>
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1164 <![CDATA[Una voz, todas las voces, en defensa del bolsillo popular : crónica y la economía argentina durante los años de Martínez de Hoz : 1976-1981]]> Esta tesina analiza la cobertura que realizó el diario Crónica de los asuntos económicos entre 1976 y 1981, período durante el cual José Alfredo Martínez de Hoz fuera el ministro de Economía de la última dictadura militar argentina e intentara llevar adelante una serie de transformaciones fuertemente regresivas para los sectores populares. Si bien, como señalaremos, existen diversos estudios sobre la prensa durante todo el período dictatorial (1976–1983), el diario Crónica es aún un objeto poco estudiado, más aún en relación a las cuestiones económicas. Tal vez esta vacancia se deba a cierto desdén hacia los medios sensacionalistas o acaso por su lejanía de una posición enunciativa como especialista. En todo caso, el diario sostuvo una posición explícita en la arena mediática y fue reconocido en su relevancia por el propio actor militar: “Los militares creían medir el estado de ánimo de la sociedad en sus páginas” (Sivak, 2013: 320).

Creación de Héctor Ricardo García, Crónica es el matutino con más ejemplares vendidos en la antesala del golpe militar de 1976. Es el periódico de referencia para amplias franjas de la población, tanto trabajadores como sectores de menores recursos, que afrontaron las serias complicaciones de la modificación de la estructura productiva. A diferencia de los diarios más “tradicionales”, su relevancia entonces no se debe a ser considerado como un órgano de influencia en el establishment ni en los círculos políticos y militares, sino a su asunción explícita de la representación de los sectores populares argentinos, que se expresaba desde su eslogan de presentación: “Firme junto al pueblo”. Por lo tanto, uno de los interrogantes que funcionó como estímulo para esta investigación fue dar cuenta de cómo Crónica describió y construyó desde sus páginas la política económica de transformación radical que intentó la dictadura militar en el período 1976-1981, teniendo en cuenta esta asunción de parte del diario como representante de los sectores populares.

Diversos autores caracterizan esta etapa como un quiebre: se reestructura la matriz productiva argentina, experimentándose una brutal transferencia de recursos desde el sector industrial hacia el sector financiero. Es un cambio de raíz, una alteración sustancial en el balance de las fuerzas sociales (Novaro y Palermo, 2003: 42), cuyos resultados son contundentes si se comparan algunos de los indicadores económicos de 1974/75 con los de 1983/84. Quien determinó el nuevo rumbo económico fue el ministro Martínez de Hoz desde lo que él mismo denominó como “Programa de liberalización, apertura y modernización de la economía” (Martínez de Hoz, 1991: 96) que, como veremos, se irá desplegando como un “compuesto mixto de recetas neoliberales, conservadoras y desarrollistas” (Novaro y Palermo, 2003: 42). Miembro distinguido de la aristocracia vernácula, varios factores lo llevaron a ser el elegido por el gobierno militar para hacerse cargo de esa cartera: su peso en el establishment nacional, su experiencia en la gestión empresarial y bancaria, sus relaciones internacionales y cierto pasado en la función pública (luego de dirigir la economía salteña, fue secretario de Agricultura y ministro de Economía durante la presidencia de José María Guido, entre 1962 y 1963). Y pese a que contó con un determinante apoyo de un sector de las Fuerzas Armadas, su gestión afrontará una fuerte oposición de un sector castrense y de sectores de la sociedad civil. En este contexto, esta tesina se pregunta cómo el diario Crónica abordó las vicisitudes de la economía argentina en esta etapa y cómo fue su evaluación de las principales políticas del ministro del área, Martínez de Hoz.]]>
2021-11-25T08:29:35-03:00

Dublin Core

Título

Una voz, todas las voces, en defensa del bolsillo popular : crónica y la economía argentina durante los años de Martínez de Hoz : 1976-1981

Colaborador

Borrelli, Marcelo

Fecha

2020

Spatial Coverage

Temporal Coverage

1976-1981

Descripción

Esta tesina analiza la cobertura que realizó el diario Crónica de los asuntos económicos entre 1976 y 1981, período durante el cual José Alfredo Martínez de Hoz fuera el ministro de Economía de la última dictadura militar argentina e intentara llevar adelante una serie de transformaciones fuertemente regresivas para los sectores populares. Si bien, como señalaremos, existen diversos estudios sobre la prensa durante todo el período dictatorial (1976–1983), el diario Crónica es aún un objeto poco estudiado, más aún en relación a las cuestiones económicas. Tal vez esta vacancia se deba a cierto desdén hacia los medios sensacionalistas o acaso por su lejanía de una posición enunciativa como especialista. En todo caso, el diario sostuvo una posición explícita en la arena mediática y fue reconocido en su relevancia por el propio actor militar: “Los militares creían medir el estado de ánimo de la sociedad en sus páginas” (Sivak, 2013: 320).

Creación de Héctor Ricardo García, Crónica es el matutino con más ejemplares vendidos en la antesala del golpe militar de 1976. Es el periódico de referencia para amplias franjas de la población, tanto trabajadores como sectores de menores recursos, que afrontaron las serias complicaciones de la modificación de la estructura productiva. A diferencia de los diarios más “tradicionales”, su relevancia entonces no se debe a ser considerado como un órgano de influencia en el establishment ni en los círculos políticos y militares, sino a su asunción explícita de la representación de los sectores populares argentinos, que se expresaba desde su eslogan de presentación: “Firme junto al pueblo”. Por lo tanto, uno de los interrogantes que funcionó como estímulo para esta investigación fue dar cuenta de cómo Crónica describió y construyó desde sus páginas la política económica de transformación radical que intentó la dictadura militar en el período 1976-1981, teniendo en cuenta esta asunción de parte del diario como representante de los sectores populares.

Diversos autores caracterizan esta etapa como un quiebre: se reestructura la matriz productiva argentina, experimentándose una brutal transferencia de recursos desde el sector industrial hacia el sector financiero. Es un cambio de raíz, una alteración sustancial en el balance de las fuerzas sociales (Novaro y Palermo, 2003: 42), cuyos resultados son contundentes si se comparan algunos de los indicadores económicos de 1974/75 con los de 1983/84. Quien determinó el nuevo rumbo económico fue el ministro Martínez de Hoz desde lo que él mismo denominó como “Programa de liberalización, apertura y modernización de la economía” (Martínez de Hoz, 1991: 96) que, como veremos, se irá desplegando como un “compuesto mixto de recetas neoliberales, conservadoras y desarrollistas” (Novaro y Palermo, 2003: 42). Miembro distinguido de la aristocracia vernácula, varios factores lo llevaron a ser el elegido por el gobierno militar para hacerse cargo de esa cartera: su peso en el establishment nacional, su experiencia en la gestión empresarial y bancaria, sus relaciones internacionales y cierto pasado en la función pública (luego de dirigir la economía salteña, fue secretario de Agricultura y ministro de Economía durante la presidencia de José María Guido, entre 1962 y 1963). Y pese a que contó con un determinante apoyo de un sector de las Fuerzas Armadas, su gestión afrontará una fuerte oposición de un sector castrense y de sectores de la sociedad civil. En este contexto, esta tesina se pregunta cómo el diario Crónica abordó las vicisitudes de la economía argentina en esta etapa y cómo fue su evaluación de las principales políticas del ministro del área, Martínez de Hoz.

Idioma

spa

Extent

119 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Cobertura

ARG

Table Of Contents

1. INTRODUCCIÓN

2. LOS FUNDAMENTOS
2.1. LOS OBJETIVOS
2. 2. MARCO TEÓRICO
2. 2. 1. La actividad periodística, el discurso periodístico y la realidad
2. 2. 2. El periódico
2. 2. 3. La noticia
2. 2. 4. La producción de la noticia
2. 2. 5. Aspectos formales del periódico
2. 3. APRECIACIONES METODOLÓGICAS
2. 4. CRÓNICA: SU HISTORIA Y SU SITUACIÓN EN 1976–1981
2. 4. 1. Los primeros días de Crónica
2. 4. 2. El diario Crónica en los setenta
2. 4. 3. Rasgos de las tres ediciones
2. 4. 5. Crónica, un exponente del sensacionalismo argentino
2. 5. LA ECONOMÍA EN LA DICTADURA MILITAR
2. 5. 1. La previa
2. 5. 2. El elegido
2. 5. 3. Las críticas
2. 5. 4. Las etapas
1.– Llegada del equipo y primeras medidas.
2.– Inicio de la reforma financiera y el factor tasas de interés
3.– La reorientación
4.– El estallido de la crisis financiera
5.– La salida
2. 5. 5. Consecuencias
2. 6. LA PRENSA EN LA DICTADURA
2. 7. ESTADO DEL ARTE

3. EL ANÁLISIS
3. 1.– MARZO/ABRIL DE 1976: TIEMPO NUEVO
3. 1. 1. El plan Mondelli: una “guerra” contra “el pueblo consumidor”
3. 1. 2. El 24 de marzo: la “normalización”
3. 1. 3. Las primeras medidas de Martínez de Hoz: contra “la pesada herencia”
3. 1. 4. Primera etapa: conclusiones preliminares
3. 2.– NOVIEMBRE/DICIEMBRE DE 1977: FIEBRE
3. 2. 1. Las tasas de interés: guerra y ¿paz?
3. 2. 2. La “alocada” carrera de los precios y la “economía popular”
3. 2. 3. Los salarios: no te animás a despegar
3. 2. 4. Segunda etapa: conclusiones preliminares
3. 3.– DICIEMBRE DE 1978/ENERO DE 1979: REORIENTACIÓN O CONTINUIDAD
3. 3. 1. El ajuste de la orientación económica: “¿Y la anti-inflación?”
3. 3. 2. La consolidación del coro crítico: “Esfuerzo y heroísmo”
3. 3. 3. Tercera etapa: conclusiones preliminares
3. 4.– MARZO, ABRIL Y JULIO DE 1980: CAOS FINANCIERO Y DESMORONAMIENTO INDUSTRIAL
3. 4. 1. Caen bancos y financieras: los casos y el sistema
3. 4. 2. Se dice de BIR...
3. 4. 3. La industria: el peligro se cierne sobre los trabajadores
3. 4. 4. La Bernalesa: crónica de una serie anunciada
3. 4. 5. Julio: sigue el desmoronamiento de la industria
3. 4. 6. Cuarta etapa: conclusiones preliminares
3. 5.– MARZO/ABRIL DE 1981: LA RETIRADA
3. 5. 1. Devaluación, incertidumbre y después
3. 5. 2. La City de la furia: donde todas las opiniones valen
3. 5. 3. Nuevo equipo, nueva ilusión
3. 5. 4. Andan diciendo: un quinquenio negativo
3. 5. 5. Quinta etapa: conclusiones preliminares

4. CONCLUSIONES GENERALES
4. 1. Un esquema temático para los años de Martínez de Hoz
4. 2. Una máquina enunciativa a tres niveles para Crónica
4. 2. 1. La economía real
4. 2. 2. La política económica
4. 3. 3. El coro y las articulaciones

5. APÉNDICE: LAS NOTAS

6. BIBLIOGRAFÍA

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Licenciado en Ciencias de la Comunicación

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

Identificador interno

4707
]]>
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1697 <![CDATA[Ceponomics : discursividades de la economía política en la prensa gráfica]]> Con la aparición de la Resolución General 3210/11 y su correspondiente publicación en el Boletín Oficial (31 de octubre del 2011), se inaugura, en la República Argentina, el Programa de Consulta de Operaciones Cambiarias (ProCOC). A lo largo de sus más de cuatro años de vigencia, esta resolución se complementó con otras resoluciones generales de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y con distintas comunicaciones del Banco Central de la República Argentina (BCRA). De esta manera, se trató de una política económica que mantuvo en su normatividad una doble arista: una cambiaria, a cargo del BCRA y sus comunicaciones; y una fiscal, concretada desde la AFIP y sus resoluciones generales. Se trata de una característica no menor, ya que con el correr del tiempo esta política económica fue construida desde los medios como “cepo cambiario”, con lo cual la dimensión fiscal, en esta denominación, quedó invisibilizada.

A continuación citaremos tres artículos de la Resolución General 3210/11 que sintetizan su contenido:
“ARTICULO 3º.- El potencial adquirente podrá consultar en forma previa a la realización de la operación cambiaria el resultado de la evaluación sistémica que realizará esta Administración Federal, debiendo acceder previamente al servicio denominado "Consulta de Operaciones Cambiarias", a través del sitio "web" de este Organismo. A tal fin, deberá contar con "Clave Fiscal" con nivel de seguridad 2 (…).
ARTICULO 5º.- Para la registración de las operaciones cambiarias, la entidad deberá informar lo siguiente:
a) El número de Clave Única de Identificación Tributaria (C.U.I.T.) o, en su defecto, de Código Único de Identificación Laboral (C.U.I.L.) o Clave de Identificación (C.D.I.) o el tipo y número de documento del sujeto que la realiza.
b) El tipo de moneda a adquirir y su destino.
c) El importe en pesos de la operación y el tipo de cambio aplicado.
ARTICULO 6º.- Esta Administración Federal efectuará evaluaciones sistémicas, en tiempo real, sobre los datos ingresados y emitirá la respuesta correspondiente de acuerdo con la información obrante en las bases de datos del Organismo, a saber:
a) Validado: Indica que los datos ingresados superaron los controles sistémicos, asignándose a la operación un número de transacción.
b) Con Inconsistencias: Indica que no se han superado los mencionados controles, detallando el/los motivo/s correspondiente/s”.

El así denominado “cepo cambiario” adquirió, a lo largo de su vigencia, una importancia ascendente alcanzando su cúspide en la campaña presidencial de 2015, donde su levantamiento o continuidad fue uno de los grandes ejes del debate en la carrera presidencial. De hecho, fue una de las principales promesas de campaña del actual presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri.]]>
2021-11-25T08:30:05-03:00

Dublin Core

Título

Ceponomics : discursividades de la economía política en la prensa gráfica

Colaborador

López Barros, Claudia

Fecha

2018

Spatial Coverage

Temporal Coverage

28 de noviembre del 2011 al 17 de diciembre del 2015

Descripción

Con la aparición de la Resolución General 3210/11 y su correspondiente publicación en el Boletín Oficial (31 de octubre del 2011), se inaugura, en la República Argentina, el Programa de Consulta de Operaciones Cambiarias (ProCOC). A lo largo de sus más de cuatro años de vigencia, esta resolución se complementó con otras resoluciones generales de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y con distintas comunicaciones del Banco Central de la República Argentina (BCRA). De esta manera, se trató de una política económica que mantuvo en su normatividad una doble arista: una cambiaria, a cargo del BCRA y sus comunicaciones; y una fiscal, concretada desde la AFIP y sus resoluciones generales. Se trata de una característica no menor, ya que con el correr del tiempo esta política económica fue construida desde los medios como “cepo cambiario”, con lo cual la dimensión fiscal, en esta denominación, quedó invisibilizada.

A continuación citaremos tres artículos de la Resolución General 3210/11 que sintetizan su contenido:
“ARTICULO 3º.- El potencial adquirente podrá consultar en forma previa a la realización de la operación cambiaria el resultado de la evaluación sistémica que realizará esta Administración Federal, debiendo acceder previamente al servicio denominado "Consulta de Operaciones Cambiarias", a través del sitio "web" de este Organismo. A tal fin, deberá contar con "Clave Fiscal" con nivel de seguridad 2 (…).
ARTICULO 5º.- Para la registración de las operaciones cambiarias, la entidad deberá informar lo siguiente:
a) El número de Clave Única de Identificación Tributaria (C.U.I.T.) o, en su defecto, de Código Único de Identificación Laboral (C.U.I.L.) o Clave de Identificación (C.D.I.) o el tipo y número de documento del sujeto que la realiza.
b) El tipo de moneda a adquirir y su destino.
c) El importe en pesos de la operación y el tipo de cambio aplicado.
ARTICULO 6º.- Esta Administración Federal efectuará evaluaciones sistémicas, en tiempo real, sobre los datos ingresados y emitirá la respuesta correspondiente de acuerdo con la información obrante en las bases de datos del Organismo, a saber:
a) Validado: Indica que los datos ingresados superaron los controles sistémicos, asignándose a la operación un número de transacción.
b) Con Inconsistencias: Indica que no se han superado los mencionados controles, detallando el/los motivo/s correspondiente/s”.

El así denominado “cepo cambiario” adquirió, a lo largo de su vigencia, una importancia ascendente alcanzando su cúspide en la campaña presidencial de 2015, donde su levantamiento o continuidad fue uno de los grandes ejes del debate en la carrera presidencial. De hecho, fue una de las principales promesas de campaña del actual presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri.

Idioma

spa

Extent

130 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Identificador

http://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1697

Cobertura

ARG
2011-2015

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Licenciado en Ciencias de la Comunicación

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

Identificador interno

4289
]]>
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1992 <![CDATA[El trabajo : ¿medio de integración o recurso de la asistencia? : las políticas de promoción del trabajo asociativo y autogestionado en la Argentina (2003-2011)]]> A partir de la caída del régimen de convertibilidad y más fuertemente desde el año 2003, comenzó en Argentina un proceso de transformación de las políticas económicas, laborales y sociales cuyo objetivo explícito fue la promoción de la “inclusión social” a través del trabajo. En ese contexto, la generación y apoyo al trabajo asociativo y autogestionado en el marco de la Economía Social fue asumida como una estrategia central de política social orientada a la (re)inserción social y económica de la población desocupada y/o en situación de vulnerabilidad. El desarrollo de esta nueva línea de programas socio-productivos respondió y recuperó un conjunto de experiencias desplegadas por distintos grupos y movimientos sociales para resolver sus necesidades y desafiar el desempleo y la falta de ingresos.

En este marco, el objetivo de esta tesis es analizar el modo en que las unidades laborales promovidas por las políticas de promoción del trabajo asociativo y autogestionado, implementadas en la Argentina entre los años 2003 y 2011, realizan el objetivo que se proponen de integrar social y económicamente a las poblaciones a las que se dirigen.

El objetivo planteado requiere un abordaje comprensivo que integra tres niveles de análisis, el de la política social, que indaga el rol e importancia de la promoción de estas formas de trabajo en la estrategia socioeconómica argentina y analiza los alcances y límites de estos programas. El nivel de las unidades económicas, que describe y analiza las características socioeconómicas y productivas de las formas laborales promovidas por estas políticas y el modo en que éstas se vinculan con el Estado, el mercado y otras experiencias de Economía Social y el nivel de las prácticas sociales, que explora el modo en que los sujetos se relacionan con la política social y el trabajo autogestionado y los sentidos que éstos les atribuyen o producen a partir de estas experiencias e indaga las formas de participación sociopolítica que se desarrollan en el marco del trabajo asociativo y autogestionado.

En esta investigación partimos de la hipótesis, según la cual la estrategia de “inclusión social” por el trabajo asociativo y autogestionado encuentra sus límites porque su enfoque no logra superar el sentido tradicional de la política social como asistencia a la pobreza y el desempleo. Por ello, si bien discursivamente se adjudica un rol relevante a la generación de estas nuevas formas laborales, estas políticas se desarrollan al margen de un marco legal adecuado y de una regulación eficiente de las condiciones de producción y comercialización, de protección y de seguridad de los productores. Esta situación restringe las posibilidades de reconocimiento y participación social, económica y política en igualdad de condiciones que el conjunto de la población trabajadora, aunque al mismo tiempo, el carácter y los alcances de dicha participación, dependen de las experiencias sociopolíticas y organizativas de cada grupo.

Para pensar el problema de las formas de integración promovidas por las políticas socioproductivas, distinguimos analíticamente cuatro dimensiones, que en la práctica concreta se encuentran interrelacionadas. La dimensión económica refiere al régimen de producción y de empleo predominante en la sociedad y a la posibilidad de las unidades económicas promovidas por estas políticas de constituirse en una alternativa laboral viable. Al nivel de las experiencias asociativas, alude a la capacidad de generar recursos para su sostenimiento y expansión y para la reproducción de los hogares que de éstas dependen. La dimensión política está vinculada con la institucionalidad del trabajo asociativo y autogestionado, es decir con las regulaciones que marcan las condiciones que viabilizan u obstruyen el desarrollo de la Economía Social, considerando como parte de ese proceso la participación sociopolítica que se despliega a partir de estas experiencias laborales. La dimensión cultural refiere a los contenidos simbólicos y de sentido que los agentes atribuyen y/o producen en sus experiencias de trabajo y de participación. La dimensión social alude a la construcción de lazos sociales y relaciones de sociabilidad entre grupos sociales. El trabajo es el vector que hilvana estas dimensiones.

En cuanto a la metodología, utilizamos un enfoque plural que articuló el análisis exhaustivo de las normativas que regulan los programas y acciones de fomento de la Economía Social y de diversos documentos producidos por agencias estatales; con información recabada a partir de entrevistas a destinatarios y empleados de agencias gubernamentales que participan de la implementación de los programas socio-productivos y observación participante en cooperativas y emprendimientos apoyados por los mismos.

La tesis se organiza en cuatro capítulos, en el primero elaboramos una síntesis del enfoque teórico y desarrollamos los principales conceptos a partir de los cuales abordamos el problema objeto de estudio. En el segundo, realizamos una contextualización socio-histórica de la promoción del trabajo asociativo y autogestionado en Argentina, luego de la caída del régimen de convertibilidad, a fin de explorar su rol e importancia en la estrategia socioeconómica en el período estudiado. El capítulo 3, indaga las potencialidades y limitaciones de la promoción de estas formas de trabajo, a partir del análisis del proceso de implementación de las distintas líneas del Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social “Manos a la Obra” (subsidios, microcrédito y el Programas de Ingreso Social con Trabajo) y del Programa Trabajo Autogestionado. En el capítulo 4, describimos y analizamos las diversas modalidades asociativas y de la construcción de identidades laborales que se desarrollan en el marco de las unidades económicas promovidas por las políticas socio-productivas. Por último, presentamos las conclusiones de la investigación.]]>
2021-11-25T08:30:20-03:00

Dublin Core

Título

El trabajo : ¿medio de integración o recurso de la asistencia? : las políticas de promoción del trabajo asociativo y autogestionado en la Argentina (2003-2011)

Colaborador

Grassi, Estela

Fecha

2013

Spatial Coverage

Temporal Coverage

2003-2011

Descripción

A partir de la caída del régimen de convertibilidad y más fuertemente desde el año 2003, comenzó en Argentina un proceso de transformación de las políticas económicas, laborales y sociales cuyo objetivo explícito fue la promoción de la “inclusión social” a través del trabajo. En ese contexto, la generación y apoyo al trabajo asociativo y autogestionado en el marco de la Economía Social fue asumida como una estrategia central de política social orientada a la (re)inserción social y económica de la población desocupada y/o en situación de vulnerabilidad. El desarrollo de esta nueva línea de programas socio-productivos respondió y recuperó un conjunto de experiencias desplegadas por distintos grupos y movimientos sociales para resolver sus necesidades y desafiar el desempleo y la falta de ingresos.

En este marco, el objetivo de esta tesis es analizar el modo en que las unidades laborales promovidas por las políticas de promoción del trabajo asociativo y autogestionado, implementadas en la Argentina entre los años 2003 y 2011, realizan el objetivo que se proponen de integrar social y económicamente a las poblaciones a las que se dirigen.

El objetivo planteado requiere un abordaje comprensivo que integra tres niveles de análisis, el de la política social, que indaga el rol e importancia de la promoción de estas formas de trabajo en la estrategia socioeconómica argentina y analiza los alcances y límites de estos programas. El nivel de las unidades económicas, que describe y analiza las características socioeconómicas y productivas de las formas laborales promovidas por estas políticas y el modo en que éstas se vinculan con el Estado, el mercado y otras experiencias de Economía Social y el nivel de las prácticas sociales, que explora el modo en que los sujetos se relacionan con la política social y el trabajo autogestionado y los sentidos que éstos les atribuyen o producen a partir de estas experiencias e indaga las formas de participación sociopolítica que se desarrollan en el marco del trabajo asociativo y autogestionado.

En esta investigación partimos de la hipótesis, según la cual la estrategia de “inclusión social” por el trabajo asociativo y autogestionado encuentra sus límites porque su enfoque no logra superar el sentido tradicional de la política social como asistencia a la pobreza y el desempleo. Por ello, si bien discursivamente se adjudica un rol relevante a la generación de estas nuevas formas laborales, estas políticas se desarrollan al margen de un marco legal adecuado y de una regulación eficiente de las condiciones de producción y comercialización, de protección y de seguridad de los productores. Esta situación restringe las posibilidades de reconocimiento y participación social, económica y política en igualdad de condiciones que el conjunto de la población trabajadora, aunque al mismo tiempo, el carácter y los alcances de dicha participación, dependen de las experiencias sociopolíticas y organizativas de cada grupo.

Para pensar el problema de las formas de integración promovidas por las políticas socioproductivas, distinguimos analíticamente cuatro dimensiones, que en la práctica concreta se encuentran interrelacionadas. La dimensión económica refiere al régimen de producción y de empleo predominante en la sociedad y a la posibilidad de las unidades económicas promovidas por estas políticas de constituirse en una alternativa laboral viable. Al nivel de las experiencias asociativas, alude a la capacidad de generar recursos para su sostenimiento y expansión y para la reproducción de los hogares que de éstas dependen. La dimensión política está vinculada con la institucionalidad del trabajo asociativo y autogestionado, es decir con las regulaciones que marcan las condiciones que viabilizan u obstruyen el desarrollo de la Economía Social, considerando como parte de ese proceso la participación sociopolítica que se despliega a partir de estas experiencias laborales. La dimensión cultural refiere a los contenidos simbólicos y de sentido que los agentes atribuyen y/o producen en sus experiencias de trabajo y de participación. La dimensión social alude a la construcción de lazos sociales y relaciones de sociabilidad entre grupos sociales. El trabajo es el vector que hilvana estas dimensiones.

En cuanto a la metodología, utilizamos un enfoque plural que articuló el análisis exhaustivo de las normativas que regulan los programas y acciones de fomento de la Economía Social y de diversos documentos producidos por agencias estatales; con información recabada a partir de entrevistas a destinatarios y empleados de agencias gubernamentales que participan de la implementación de los programas socio-productivos y observación participante en cooperativas y emprendimientos apoyados por los mismos.

La tesis se organiza en cuatro capítulos, en el primero elaboramos una síntesis del enfoque teórico y desarrollamos los principales conceptos a partir de los cuales abordamos el problema objeto de estudio. En el segundo, realizamos una contextualización socio-histórica de la promoción del trabajo asociativo y autogestionado en Argentina, luego de la caída del régimen de convertibilidad, a fin de explorar su rol e importancia en la estrategia socioeconómica en el período estudiado. El capítulo 3, indaga las potencialidades y limitaciones de la promoción de estas formas de trabajo, a partir del análisis del proceso de implementación de las distintas líneas del Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social “Manos a la Obra” (subsidios, microcrédito y el Programas de Ingreso Social con Trabajo) y del Programa Trabajo Autogestionado. En el capítulo 4, describimos y analizamos las diversas modalidades asociativas y de la construcción de identidades laborales que se desarrollan en el marco de las unidades económicas promovidas por las políticas socio-productivas. Por último, presentamos las conclusiones de la investigación.

Idioma

spa

Extent

396 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Cobertura

ARG
2003-2011

Abstract

Since 2003 has began in Argentina a transformation process of the economic, labor and social policies whose explicit goal is to promote "social inclusion" through work. In this context, the creation and support of associative and self-managed work under the Social Economy was assumed as a central strategy of social policy, intended to unemployed and/or vulnerable people. The development of new socio-productive programs responded and recovered diverse experiences deployed by different groups and social movements to face their needs and challenge the unemployment and the lack of incomes.

In this context, the objective of this thesis is to analyze how work units promoted by Social Economy policies, implemented in Argentina between 2003 and 2011, made the intended aim of social and economic integration of the populations they are target.

The stated purpose requires a comprehensive approach that integrates three levels of analysis, social policy, which investigates the role and importance of promoting these work forms in the socioeconomic strategy in Argentina and analyzes the scope and limitations of these programs. The level of economic units, which describes and analyzes the socioeconomic and productive characteristics of the labor forms promoted by these policies and how they are linked to the state, the market and other experiences of Social Economy and the level of social practices, that explores how individuals relate to social policy and self-managed work and the senses that they attribute to them or produced in these experiences. This level also analyzes the socio-politic participation in these associative and self-managed work units.

The hypothesis of this research is that the strategy of "social inclusion" through associative and self-managed work, finds its limits because its approach fails to overcome the traditional sense of social policy that is the social assistance to poor and unemployed people. Therefore, although discursively the national government awards a significant role to the generation of these new ways of working, these policies are developed outside an adequate legal framework and an efficient regulation of the work and commercial conditions of the producers. This situation restricts the possibilities for social and economic recognition, in equality with other working population, but at the same time, the nature and scope of such participation, depends on the sociopolitical and organizational experiences of each associative group.

To think about the problem of social integration forms promoted by the socio-productive policies, we distinguish analytically four dimensions. The economic dimension refers to the production mode and employment regime prevailing in the society and the possibility of economic units promoted by these policies to become feasible alternative jobs. At the level of the associative experiences, it refers to the ability to generate resources for its reproduction and the expansion. The political dimension, linked to the institutionalization of associative and self-managed work and the regulations that set the conditions that make possible or obstruct the development of the Social Economy in Argentina. In this process we also consider the sociopolitical participation forms that are developed in these labor experiences. The cultural dimension refers to the symbolic contents and the meanings that agents attribute to or produce in their work experiences. The social dimension refers to the construction of social ties and relations of sociability among social groups.

In terms of methodology, we use a plural approach that articulates the comprehensive analysis of the regulations governing the programs and actions to promote the Social Economy and various documents produced by state agencies, with information gathered from interviews with recipients and employees of government agencies involved in the implementation of socio-productive programs and from participant observations in cooperatives and projects supported by them. The thesis is divided in four chapters. The first draw up a synthesis of our theoretical approach and develop the main concepts from which we think the problem under study. In the second, we make a socio-historical contextualization of the associative and self-managed work promotion in Argentina since 2003, to explore their role and importance in the socioeconomic strategy during the studied period. Chapter 3 explores the potentials and limitations of promoting these forms of work, from the analysis of the implementation process of the lines of the Plan “Manos a la Obra” (subsidies, microcredit and the Program “Argentina Trabaja”) and the Self-managed Work Program. In Chapter 4, we describe and analyze the association experiences and the identities construction taking place in the framework of the economic units promoted by the socioproductive policies. Finally, we present the conclusions of the investigation.

Table Of Contents

PRESENTACION DEL PROBLEMA Y METODOLOGÍA
1. Introducción
2. Presentación del problema, objetivos e hipótesis de la investigación
3. La estructura de la tesis
4. Metodología
4.1 El enfoque teórico-metodológico. Procesos y momentos de la política social
4.2 El objeto de investigación y la selección de los referentes empíricos
4.2.1 Los programas analizados
4.2.2 Las unidades productivas y el desarrollo del trabajo de campo
4.3 Estrategias y procedimientos específicos de análisis de los datos construidos a partir del trabajo de campo
4.4 El análisis documental

CAPÍTULO 1: POLÍTICAS SOCIALES DE PROMOCIÓN DEL TRABAJO ASOCIATIVO Y AUTOGESTIONADO: ENTRE EL TRABAJO Y LA ASISTENCIA
1. Cuestión social, políticas sociales e integración social
2. Política Social y Economía Social
2.1 Fundamentos de la construcción de “otra economía”
2.2 Aportes, acuerdos y debates desde el campo de la Economía Social y Solidaria
2.3 ¿Quiénes conforman el sector de la Economía Social?
2.4 Autoempleo, autogestión del trabajo y trabajo asociativo: precisiones conceptuales
3. Las políticas sociales de promoción de la Economía Social en Argentina: ¿generación de trabajo o asistencia social al desempleo?
3.1 Asistencia y Seguridad Social en Argentina
4. A modo de conclusión: claves para analizar las experiencias laborales asociativas y autogestionadas objeto de esta tesis

CAPÍTULO 2: LA PROMOCIÓN DEL TRABAJO ASOCIATIVO Y AUTOGESTIONADO EN LA ARGENTINA POST-CONVERTIBILIDAD
1. La estrategia socioeconómica post-convertibilidad: ¿un nuevo modelo?
2. “La bisagra”: reestructuración de las políticas asistenciales y de empleo
3. El Plan “Manos a la Obra” y el surgimiento de los programas de promoción del trabajo asociativo
4. Ampliación y desarrollo de las políticas de autoempleo
5. El autoempleo desde el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social
5.1 Programa Herramientas por Trabajo y Programa de Inserción Laboral, línea Promoción del Autoempleo
5.2 El Programa de Trabajo Autogestionado
6. La construcción estatal de la Economía Social
6.1 El Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES)
6. 2. Leyes y acciones de regulación y promoción de la Economía Social
6.2.1 Acciones de regularización y protección del trabajo asociativo y autogestionado
6.2.2. Acciones de promoción y fortalecimiento del trabajo asociativo y autogestionado
6.2.3. Institucionalización, crecimiento y visibilización de la Economía Social
7. La reorientación de las políticas socio-laborales: el Programa “Argentina Trabaja” y la Asignación Universal por Hijo
7.1 La profundización de la promoción del trabajo autogestionado y asociativo como política social
7.1.1 El Programa de Ingreso Social con Trabajo
7.2 La Asignación Universal por Hijo
7.2.1 Cobertura y efectos de la Asignación Universal por Hijo sobre las condiciones de vida
7.2.2 Alcances y limitaciones de la Asignación Universal por Hijo para el trabajo autogestionado
8. Conclusiones: La promoción del trabajo asociativo y autogestionado en la estrategia socioeconómica post-convertibilidad

CAPÍTULO 3: ALCANCES Y LIMITACIONES DE LAS POLÍTICAS DE PROMOCIÓN DEL TRABAJO ASOCIADO
1. Las políticas de promoción del trabajo asociativo y autogestionado
1.1 Alcance y cobertura de los programas de promoción del trabajo asociativo y autogestionado
1.1.1 El Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social “Manos a la Obra”
1.1.2 La línea de Microcrédito del Plan “Manos a la Obra”
1.1.3 El Programa de Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja”
1.1.4 El Programa Trabajo Autogestionado
1.2 Características socioeconómicas y productivas de las unidades laborales apoyadas por los programas de promoción del trabajo asociativo y autogestionado
2. Inserción en el mercado y articulación entre organizaciones de la Economía Social
3. Las políticas de promoción del trabajo asociativo y autogestionado “en el papel” y la trama de relaciones locales en la implementación de los programas
3.1 Procesos de articulación multiactoral en las políticas de promoción del trabajo asociativo y autogestionado
3.2 La organización del trabajo de los destinatarios del Programa “Argentina Trabaja” en la práctica cotidiana: ¿dónde queda la cooperativa?
4. Lo técnico y lo político en la política social
5. Conclusiones: perspectivas de las políticas de generación y apoyo al trabajo asociativo y autogestionado como promotoras de la integración social

CAPÍTULO 4: LAS EXPERIENCIAS ASOCIATIVAS PROMOVIDAS POR LAS POLÍTICAS SOCIO-PRODUCTIVAS: ENTRE LA MILITANCIA COOPERATIVISTA Y LA ASOCIATIVIDAD FORZADA
1. Identidad laboral, políticas sociales y experiencias de trabajo asociativo y autogestionado
1.1 Identidad y políticas sociales
2. Del taller a la cooperativa: la experiencia de la cooperativa “La Huella”
2.1 Trayectorias socio-ocupacionales y sentidos del trabajo
2.2 Trabajo asociativo, políticas sociales y sostenibilidad
3. Textil Aladín: un emprendimiento familiar ¿asociativo?
3.1 Asociatividad, políticas socio-productivas y sostenibilidad
4. ¿Cooperativas o planes sociales?: la experiencia de “asociatividad forzada”
4.1 El Programa “Argentina Trabaja” en la vida de los destinatarios
5. Conclusiones: entre la promoción de nuevas formas de trabajo asociativo y autogestionado y la cooperativización como requisito de acceso a la política social

CONCLUSIONES
1. La integración por el trabajo asociativo y autogestionado promovido por las políticas sociales de Economía Social
1.1 La dimensión económica
1.2 La dimensión política
1.3 La dimensión social
1.4 La dimensión cultural

BILIOGRAFÍA

FUENTES
1. Normativas
2. Informes de gestión y evaluación
3. Documentos y publicaciones institucionales
4. Información estadística
5. Diarios nacionales
6. Información de páginas web oficiales
7. Otras fuentes

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Doctora de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias Sociales

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

]]>
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/2944 <![CDATA[Sombras de una marginalidad fragmentada. Aproximaciones a la metamorfosis de los sectores populares de la Argentina.]]> Resumen: La presente obra es el resultado de un trabajo colectivo de investigación enriquecido por el esfuerzo y las motivaciones académicas de quienes participaron en esta iniciativa. El desarrollo de
esta investigación ha sido una valiosa fuente de inspiración para
la formación de becarios CONICET, UBACyT y FONCyT (muchos
de cuales han realizado sus tesis de posgrado a partir de los temas
aquí abordados), así como de pasantes y asistentes que han logrado
dar en ella sus primeros pasos. En este sentido, esta obra también
significa un nuevo aporte de la labor que el programa “Cambio
Estructural y Desigualdad Social” viene realizando desde hace
diez años bajo la dirección de Agustín Salvia, desde el Instituto de
Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales
de la Universidad de Buenos Aires. En esta ocasión, los artículos
compilados se realizaron en el marco del proyecto “La Sobrevivencia
de los Desplazados: Trayectorias Económicas, Condiciones de Vida,
Reproducción Social, Identidades Colectivas y Políticas Posibles”,
cuyo desarrollo fue posible gracias al apoyo institucional y económico brindado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y
Tecnológica del FONCyT, dependiente de la Secretaría de Educación Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación.
La investigación emprendida supo aprender de los valiosos
aportes de investigadores que han formado escuela en el campo de
los estudios sobre la pobreza y la marginalidad en nuestro país,
tales como Gino Germani, Floreal Forni, Miguel Murmis, José
Nun, Susana Torrado, María del Carmen Feijóo, Elizabeth Jelín,
Eduardo Bustelo, Juan Villarreal, entre otros, así como de las
enseñanzas e interrogantes que dejó abiertos un primer compilado
de trabajos de investigación denominado Los Nuevos Rostros de
la Marginalidad, cuya coordinación estuvo a cargo de Fortunato
Mallimaci y Agustín Salvia, publicado en Buenos Aires en 2005
por la editorial Biblos.
Por último, corresponde agradecer a todos aquellos que han acompañado
en diversos momentos el desarrollo de esta empresa, en particular cabe hacer
destacada mención al valioso apoyo brindada por la Lic. Claudia López a
los trabajos de campo, así como a las invalorables tareas de compilación
y corrección realizada por Eduardo Chávez Molina, Juan Pedro Alonso y
todo el equipo a cargo de la coordinación académica editorial. Especial
reconocimiento merecen Federico Schuster, actual decano de la Facultad
de Ciencias Sociales, y Carolina Mera, actual Directora del Instituto de
Investigaciones Gino Germani, en ambos casos por su confianza y decidido
respaldo a nuestro labor científica]]>
2022-08-19T18:45:01-03:00

Dublin Core

Título

Sombras de una marginalidad fragmentada. Aproximaciones a la metamorfosis de los sectores populares de la Argentina.

Fecha

2007

Descripción

Resumen: La presente obra es el resultado de un trabajo colectivo de investigación enriquecido por el esfuerzo y las motivaciones académicas de quienes participaron en esta iniciativa. El desarrollo de
esta investigación ha sido una valiosa fuente de inspiración para
la formación de becarios CONICET, UBACyT y FONCyT (muchos
de cuales han realizado sus tesis de posgrado a partir de los temas
aquí abordados), así como de pasantes y asistentes que han logrado
dar en ella sus primeros pasos. En este sentido, esta obra también
significa un nuevo aporte de la labor que el programa “Cambio
Estructural y Desigualdad Social” viene realizando desde hace
diez años bajo la dirección de Agustín Salvia, desde el Instituto de
Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales
de la Universidad de Buenos Aires. En esta ocasión, los artículos
compilados se realizaron en el marco del proyecto “La Sobrevivencia
de los Desplazados: Trayectorias Económicas, Condiciones de Vida,
Reproducción Social, Identidades Colectivas y Políticas Posibles”,
cuyo desarrollo fue posible gracias al apoyo institucional y económico brindado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y
Tecnológica del FONCyT, dependiente de la Secretaría de Educación Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación.
La investigación emprendida supo aprender de los valiosos
aportes de investigadores que han formado escuela en el campo de
los estudios sobre la pobreza y la marginalidad en nuestro país,
tales como Gino Germani, Floreal Forni, Miguel Murmis, José
Nun, Susana Torrado, María del Carmen Feijóo, Elizabeth Jelín,
Eduardo Bustelo, Juan Villarreal, entre otros, así como de las
enseñanzas e interrogantes que dejó abiertos un primer compilado
de trabajos de investigación denominado Los Nuevos Rostros de
la Marginalidad, cuya coordinación estuvo a cargo de Fortunato
Mallimaci y Agustín Salvia, publicado en Buenos Aires en 2005
por la editorial Biblos.
Por último, corresponde agradecer a todos aquellos que han acompañado
en diversos momentos el desarrollo de esta empresa, en particular cabe hacer
destacada mención al valioso apoyo brindada por la Lic. Claudia López a
los trabajos de campo, así como a las invalorables tareas de compilación
y corrección realizada por Eduardo Chávez Molina, Juan Pedro Alonso y
todo el equipo a cargo de la coordinación académica editorial. Especial
reconocimiento merecen Federico Schuster, actual decano de la Facultad
de Ciencias Sociales, y Carolina Mera, actual Directora del Instituto de
Investigaciones Gino Germani, en ambos casos por su confianza y decidido
respaldo a nuestro labor científica

Idioma

spa

Extent

382 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess

Formato

application/pdf

Cobertura

Argentina

Texto Item Type Metadata

Lugar de edición

]]>
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/3151 <![CDATA[IAPI: auge y decadencia. El comercio exterior durante el primer peronismo]]> Resumen: en la configuración de nuestra sociedad desde mediados del siglo XIX el Estado desempeñó un papel protagónico. Fueron los impuestos al comercio exterior –rentas aduaneras– los que originaron recursos posibilitando la expansión institucional del por aquel entonces naciente Estado. Sin embargo, es la producción agropecuaria la que impulsará y dinamizará el crecimiento en el período de formación de la Argentina como nación. Y serán las ganancias obtenidas por la colocación en el mercado internacional de los productos agrícola-ganaderos, las que consolidarán, más tarde, la clase dominante en nuestro país. La alianza de grupos capitalistas extranjeros –por aquel entonces británicos– con los sectores agro-exportadores fue modelando un sistema económico con un elevado nivel de dependencia externa. El mecanismo que mantuvo y reprodujo esa dependencia fue justamente el comercio exterior. Este último permite, por vía del llamado deterioro de los términos del intercambio, que los países centrales –de mayor desarrollo productivo– drenen en su beneficio una parte substancial de los bienes producidos en los países periféricos, subdesarrollados, de menor productividad. Así, la relevancia del aparato estatal como instancia de decisión política, la producción primaria (cereales y carnes) y el intercambio comercial externo, nos llevó a interesarnos por una experiencia, la del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI), que se nutre del juego contradictorio y complejo de estos fenómenos. El peronismo en el poder y el surgimiento del IAPI Durante el siglo XIX y principios del XX –hasta la crisis internacional de 1930– en términos globales podemos decir que la estructura socioeconómica del país se caracterizaba por: a) la aceptación de la división internacional del trabajo. Debíamos producir y exportar productos agrícolas y ganaderos sin valor agregado como alimentos para las naciones desarrolladas – fundamentalmente europeas–; b) el imperialismo inglés había modelado según sus intereses concretos la economía argentina; c) el sistema político interno estaba dominado por el sector terrateniente, el cual decidía qué se debía producir y cómo sería su distribución social; d) el desarrollo industrial era incipiente; e) los precios de los productos de la agricultura y la ganadería se fijaban en centros de poder fuera de nuestro país; f) la importación consistía fundamentalmente en productos manufacturados; g) el sistema social se caracteriza por una distribución injusta de los bienes producidos; y h) la expansión de la economía se centraba fundamentalmente en el comercio exterior. La Segunda Guerra Mundial había causado efectos en el sistema económico argentino que obligaron a tomar medidas al respecto. Por decreto 23.847 del 25 de agosto de 1944 se crea el Consejo Nacional de Posguerra, primer intento orgánico de planificación en la Argentina. Dicho organismo tenía como objetivo preparar un amplio y detallado diagnóstico de la situación 1 Miembro de la Carrera del Investigador Científico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Agradezco la valiosa colaboración de Fanny Brudny, Tecnica Principal de la Carrera del Personal de Apoyo a la Investigación y Desarrollo. Susana Novick ha publicado IAPI: auge y decadencia, en Editorial Catálogos. Buenos Aires, 2004. económico-social que recomendara políticas para solucionar los problemas detectados. Presidente del Consejo era el coronel Perón y el Dr. Figuerola su Secretario General. Fue el primer foro donde estuvieron representados los trabajadores, los empresarios y el Estado. Figuerola y Miranda prepararon un “paquete” de medidas económicas que se sancionarán durante 1946, aún antes de la asunción de Perón como presidente. Se iniciaba una nueva etapa, a partir de la alianza de clases que realizan los industriales nacionales y los trabajadores. La nueva política económica –vigente hasta 1952– intentaba regular la totalidad del sistema económico. Orígenes del IAPI Al disponer la liquidación de la Corporación para la Promoción del Intercambio S.A. a principios de 1946, por haber asumido el Banco Central el control de todas las operaciones de cambio –oficiales y privadas– el entonces presidente de la entidad, Miguel Miranda, en carta dirigida al Ministro de Hacienda Coronel (R) Avalos del 24 de mayo de 1946 decía: “…no parece prudente suprimir la acción de promoción del intercambio; se piensa, por el contrario, en la necesidad de coordinar esa acción en forma orgánica y práctica, de manera que asegure positivos beneficios a la economía nacional, sirviendo para respaldar, tanto a los productores agrarios cuanto a los industriales, de toda perturbación del mercado… La conquista de nuevos mercados y el afianzamiento de los ya logrados, así como la provisión regular de materias primas y equipos que aseguren el desarrollo nacional de la economía del país, justifican asimismo una acción permanente de promoción del intercambio”2. Sugiere la creación de un organismo autárquico nacional, al cual pasarían los bienes provenientes de la extinguida Corporación, y que se organizaría con criterio comercial, sin perder de vista su finalidad de bien común. Se sostiene que sólo la acción centralizada y directa del Estado en el ámbito de la promoción del intercambio, garantizará que se beneficien por igual todos los sectores económicos. La creación del IAPI fue dispuesta por decreto 15.350 del 28 de mayo de 1946, que si bien fue firmado por el Presidente Farell, formaba parte del conjunto de medidas que el coronel Perón y su equipo de asesores habían proyectado. Asimismo, por decreto 8.503 del 25 de marzo de 1946 se nacionalizó el Banco Central de la República Argentina, el que en adelante funcionaría como entidad autárquica. Con estas dos resoluciones el nuevo gobierno podrá poner en ejecución su política económica, pasando a controlar –directa e indirectamente– la producción total del país y el ahorro nacional. El citado decreto 15.350, llamado Carta Orgánica del Instituto, coloca su funcionamiento dentro del área perteneciente al Banco Central. Este último sería el puente en las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el organismo creado, reiterándose la necesidad de un ente comercial capaz de afrontar las diferentes coyunturas que el mercado internacional presentara, el que actuando con agilidad en la compra, venta, distribución y comercialización de productos, protegiera el bien común. Sin embargo, se aclara que el Instituto no “monopolizará las actividades privadas, sino que deberá complementarlas adecuadamente y para beneficio de ellas”3. Funciones Complejas y diversas fueron las actividades asignadas al IAPI en sus comienzos. A pesar de que ellas fueron transformándose con el correr del tiempo, pueden ser clasificadas, en el orden interno en: 2 Carta del Presidente del Banco Central al Ministerio de Hacienda. 3 Considerandos del Decreto 15.350 del 28 de mayo de 1946. Comerciales: el Instituto compraba a los productores los cereales, que luego exportaría. Respecto del trigo, por ejemplo, adquiría la producción casi total (para exportar y también para distribuir en el mercado interno). Sin embargo, de otros cereales –como avena, cebada, centeno y maíz– sólo adquiría los cupos necesarios a la exportación, dejando en manos privadas las cantidades aplicadas al consumo interno. Distinto tratamiento recibían las oleaginosas: el IAPI compraba la producción total de las semillas que luego entregaba por cupos a los industriales para que la procesaran. Posteriormente colocaba el aceite en el mercado internacional. Las exportaciones de carne, cueros, grasas y sebos también las realizaba el Instituto, previa compra en el mercado interno, aunque en proporciones diferentes según los años. Financieras: el IAPI otorgaba fondos a las Reparticiones Públicas para la compra de bienes de capital. Intervino en la compra de los ferrocarriles, teléfonos, buques para la Marina Mercante, etcétera. Los gobiernos provinciales recibieron financiamiento para la compra de nuevos bienes de capital: camiones, tractores y equipos para obras viales. El sector privado se benefició también con sus fondos: la industria frigorífica, la metalúrgica, la jabonera, entre otras. Con el propósito de reducir inversiones que el IAPI debía efectuar para cubrir riesgos en empresas privadas, se implantó posteriormente un sistema de autoseguro. El mismo comprendía mercaderías de propiedad del Instituto almacenadas en depósitos propios o arrendados, en tránsito, o en aguas de jurisdicción nacional. Se obtuvo así, una importante reducción en el pago de primas de seguro. Reguladoras del mercado interno: el equilibrio del sistema económico era influido –directa o indirectamente– por las decisiones tomadas desde el Instituto, las que adquirían diversas formas. Por ejemplo: a) compraba en el mercado interno aquellos productos elaborados que no encontraban colocación (arroz, en 1952); b) establecía el margen de beneficio al sector industrial (aceite de tung, en 1950); c) fijaba los precios de mercaderías (carne, pan, harina, en 1949); d) compraba excedentes de sobreproducción y se comprometía a no venderlos en el mercado interno (tomates, en 1950); e) creaba Comisiones Mixtas para afrontar la crisis de algunos productos (tejidos, quebracho, etcétera); f) adquiría materia prima para entregársela a los industriales a efecto de que la procesaran por cuenta y orden del Instituto (lino, en 1946). De promoción y fomento: aquellas actividades productivas, que a criterio del Instituto eran prioritarias, recibieron un tratamiento especial que consistía en ciertos casos en la entrega de créditos sin obligación de devolución. Ejemplos: a) campañas para el fomento de la producción agropecuaria, plan de lucha contra las plagas de la agricultura y la ganadería; compra y distribución de semillas, etcétera; b) venta de productos a menor precio en zonas perjudicadas por fenómenos climáticos corriendo con el déficit (harina y subproductos de la molienda del trigo, en 1950); c) pago de adicionales a productores ubicados en zonas con problemas se sequía (tanino, en 1949); d) fomento de la inmigración; e) venta de productos a precio de costo a la industria local (curtiembres, en 1950), etcétera. Abastecimiento: el mercado internacional de posguerra ofrecía ciertas dificultades para la compra de productos que eran imprescindibles para la continuidad de la actividad productiva dentro de nuestro país. Así, el Instituto se encargaba de importarlos y distribuirlos en el mercado interno, mediante diversos procedimientos. Por ejemplo, hacia 1949, distribuye cemento, tejidos de algodón, yute y soda cáustica. Asimismo, para garantizar el abastecimiento local, el IAPI hasta llegó a la expropiación de productos escasos, distribuyéndolos en forma directa a los consumidores. Subsidiadora: existían ciertos productos de consumo masivo que debieron ser subsidiados para mantener el nivel del salario real en el orden interno. Así, el Instituto se hizo cargo de quebrantos comerciales ocasionados en el abastecimiento de carne para el consumo de la Capital Federal. Por otra parte, para cumplir con los cupos de exportación convenidos, los frigoríficos fueron subsidiados en su actividad afectada por las sequías que ponían en peligro su funcionamiento como fuente de trabajo. No sólo la actividad ganadera fue subsidiada, también la agrícola y la minera –aunque en menor proporción. En el orden externo, podríamos clasificar sus actividades en: Comerciales: el IAPI tenía como principal tarea colocar nuestros productos en el mercado internacional gestionando los mejores precios. Vendía nuestros cereales, carnes, cueros, extracto de quebracho, etcétera. Con este objetivo firmó convenios comerciales con países extranjeros, los que a su vez proveían maquinarias o productos necesarios para nuestro desenvolvimiento industrial. Podemos mencionar los acuerdos con Suiza, Hungría, Italia, Países Bajos, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Brasil y Suecia firmados entre 1947 y 1949. La actividad desarrollada en este ámbito implicaba controlar prácticamente la exportación total de cereales, en menor medida la de productos de la ganadería, y la importación de aquellos insumos críticos. Las importaciones de productos básicos como arpillera, caucho, madera, cemento, etcétera, también constituían parte importante de sus actividades comerciales en el exterior. Financieras: el IAPI intentó fomentar el comercio exterior, y con ese fin otorgó financiamiento a países extranjeros para realizar sus compras en el mercado argentino, predominantemente de productos alimenticios. Asimismo, se encomendó a astilleros europeos – británicos y holandeses– la construcción de varias naves de pasajeros y de carga refrigerada, mediante sumas adelantadas por el Instituto. Asesoramiento y control: formaban parte de sus funciones el asesoramiento al Poder Ejecutivo en la tramitación y la firma de los convenios internacionales de carácter comercial y el posterior control del cumplimiento de las convenciones. Todas las negociaciones o compras que dispusiera el Poder Ejecutivo en defensa de la producción local, serían efectuadas por intermedio del Instituto. Posiciones divergentes respecto del IAPI Hemos puntualizarnos cuán diversas y complejas eran las funciones del IAPI y cómo éstas afectaban intereses concretos de distintos sectores de la sociedad –industriales, comerciantes, agricultores, importadores. La intervención del Instituto tocaba áreas vitales de la economía del país. No sólo se controlaba qué mercaderías importar, a qué precio y con qué aranceles, sino también qué debía producirse en el país –al determinar precios de cereales y carnes– y a quiénes debíamos vendérselo en el exterior. Se regulaba el abastecimiento interno y se protegía a la industria nacional. El IAPI, desde su creación hasta mediados de 1949, pertenecía a la órbita del Banco Central, junto con el Banco de Crédito Industrial, el Banco Hipotecario, y la Caja Nacional de Ahorro Postal. Como vemos, era un elemento clave en la nueva política económica peronista ejecutada por Miranda desde el Banco Central. De la lectura de los diarios, las revistas y los debates parlamentarios de la época, podría afirmarse que no existió otro organismo estatal creado por el gobierno que encendiera tantas polémicas y críticas. Intentaremos sintetizar las diversas posiciones que se sostuvieron. Descubrimos tres líneas principales: de oposición total; de defensa a ultranza; de defensa crítica. De oposición total Esta posición, que surgió y tomó fuerza desde los inicios del Instituto, giraba en torno de las siguientes ideas: El IAPI debía ser atacado, pues imponía restricciones a la “libertad de comercio”. Los “cuantiosos” beneficios que el IAPI obtenía de la comercialización de los productos agrícola - ganaderos no volvían al productor rural. El IAPI era el instrumento del que se valían los funcionarios del gobierno para realizar actos delictuosos o “negociados”. Ejemplo del primer argumento son las declaraciones del diputado por la provincia de San Luis, del Partido Conservador, Reynaldo Pastor: “…qué razones tiene el Poder Ejecutivo para mantener el régimen de monopolio del Estado en la compra y venta y exportación de las cosechas, contrario al principio de la libre comercialización a que aspiran los agricultores argentinos” 4. Esta postura, que poseía fuerte sustento filosófico dentro de un sector social, fue en definitiva la que perduró con el correr del tiempo, y se vincula estrechamente con las profundas raíces que el “liberalismo” político y económico poseía y aún hoy posee en la Argentina. Las dudas sobre cuál era el sistema económico más adecuado –estatismo o libre empresa– aparecen tempranamente aún en sectores políticos del peronismo: “Esta es una cuestión que algún día el Senado tendrá que abordar a fondo. Tenemos que resolver si debemos proseguir con el sistema de venta por una sola mano, por el Estado al extranjero, o si debemos abrir libremente la concurrencia para venta al exterior; si debemos volver a la clásica ley de la oferta y la demanda, que es la buena ley de la economía política a través de todos los tiempos, o si debemos continuar con el sistema de ventas que rige actualmente. Hasta ahora las cosas han salido bien: se ha comprado y se ha vendido con ganancias considerables, que antes obtenían los acopiadores, como Bunge y Born, y otros intermediarios de nuestros cereales; esa diferencia ha quedado en las arcas de la Nación, a favor de ésta. Pero no sé si se podrá continuar así” 5. El diputado Silvano Santander, de la Unión Cívica radical, líder de la campaña en contra del IAPI en la Cámara, preguntaba al Poder Ejecutivo en 1948: “Cuál ha sido el crit erio económico, financiero, comercial y jurídico del IAPI en su acción monopolizadora como importador y exportador, y si en concepto del Poder Ejecutivo aquél actúa dentro de los lineamientos de la ley de su creación” 6. Aquí se estaba poniendo en duda la legitimidad del monopolio que el Estado había pretendido ejercer. Esta misma idea es retomada por los responsables del golpe de Estado de 1955. En los Considerados del decreto Nº 2.539 que ordenó la liquidación del Instituto, el General Lonardi afirmaba: “Visto el propósito enunciado por este gobierno de dejar librada a la iniciativa privada el ejercicio de las actividades comerciales… Considerando que el IAPI se ha caracterizado no sólo por una desacertada gestión comercial y financiera, sino también por constantes e injustificadas intervenciones en distintos aspectos de la actividad económica…”. El segundo argumento apuntaba hacia otros criterios. Se aceptaba el monopolio estatal, pero se cuestionaba a qué sectores o grupos sociales se debía beneficiar ese monopolio. La oposición insistía en que las ganancias que el Instituto había obtenido en la comercialización de los productos agrícolas, las habían invertido en el sector industrial. En síntesis, que las riquezas producidas por el campo, habían posibilitado el desarrollo industrial y éste se hacía a costa del trabajo rural. En reiteradas oportunidades la política del Poder Ejecutivo fue cuestionada y se intentaron investigaciones sobre este tema. El radicalismo asumía la defensa del sector agrario. Cabría preguntarse por qué, mientras la comercialización de las cosechas argentinas, desde fines del siglo pasado, se realizaba en el ámbito de la actividad privada, no se oyó ninguna voz en el Parlamento preguntando quiénes obtenían las ganancias y dónde se invertían las mismas. Parecería que existe una legitimidad propia del lucro privado, que el lucro estatal no posee. En síntesis, la oposición (diputado Mac Kay) sostenía: “Censuramos que las ganancias obtenidas en la comercialización de la producción –más de 2.000.000.000 de pesos, según lo expresó el propio Presidente de la Nación– no vuelvan al productor y se inviertan en actividades ajenas a las específicamente agrarias” 7. El tercer argumento condenaba al Instituto por los supuestos “delitos” cometidos po r sus funcionarios. Entre los proyectos de resolución, pidiendo al gobierno investigue estos “negociados”, los del diputado Santander son típicos. El entonces diputado Agustín Rodríguez Araya, de la Unión Cívica Radical, también solicitó investigaciones, sobre un elevado número de hechos. Entre ellos: -Compra de 997 “jeeps” nuevos según el contrato y que al recibirlos resultaron usados y en deplorable estado. 4 Cámara de Diputados, Diario de Sesiones, Reunión 6º, 12 de junio de 1947, página. 69. 5 Cámara de Diputados, Diario de Sesiones, Reunión 115º, 13 de marzo de 1947, página 469. 6 Cámara de Diputados, Diario de Sesiones, Reunión 8º, 2 de junio de 1948, página 560. 7 Cámara de Diputados, Diario de Sesiones, Reunión 6º, 12 de junio de 1947, página 606. -Compra de 3000 vagones que resultaron inútiles y no pueden ser utilizados, por ser de trocha distinta a las del país. -Otorgamientos de privilegios a la firma Peña y Marini, para el armado y venta de más de 400 automotores. Si bien, a nuestro entender, este tipo de críticas era la menos profunda respecto del accionar del Instituto, hemos podido observar, a través de las lecturas parlamentarias, que fueron las más difundidas, y en ellas se invirtieron ingentes sesiones. [...]]]> 2022-10-11T21:08:34-03:00

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Título

IAPI: auge y decadencia. El comercio exterior durante el primer peronismo

Autor/es

Fecha

2022

Descripción

Resumen: en la configuración de nuestra sociedad desde mediados del siglo XIX el Estado desempeñó un papel protagónico. Fueron los impuestos al comercio exterior –rentas aduaneras– los que originaron recursos posibilitando la expansión institucional del por aquel entonces naciente Estado. Sin embargo, es la producción agropecuaria la que impulsará y dinamizará el crecimiento en el período de formación de la Argentina como nación. Y serán las ganancias obtenidas por la colocación en el mercado internacional de los productos agrícola-ganaderos, las que consolidarán, más tarde, la clase dominante en nuestro país. La alianza de grupos capitalistas extranjeros –por aquel entonces británicos– con los sectores agro-exportadores fue modelando un sistema económico con un elevado nivel de dependencia externa. El mecanismo que mantuvo y reprodujo esa dependencia fue justamente el comercio exterior. Este último permite, por vía del llamado deterioro de los términos del intercambio, que los países centrales –de mayor desarrollo productivo– drenen en su beneficio una parte substancial de los bienes producidos en los países periféricos, subdesarrollados, de menor productividad. Así, la relevancia del aparato estatal como instancia de decisión política, la producción primaria (cereales y carnes) y el intercambio comercial externo, nos llevó a interesarnos por una experiencia, la del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI), que se nutre del juego contradictorio y complejo de estos fenómenos. El peronismo en el poder y el surgimiento del IAPI Durante el siglo XIX y principios del XX –hasta la crisis internacional de 1930– en términos globales podemos decir que la estructura socioeconómica del país se caracterizaba por: a) la aceptación de la división internacional del trabajo. Debíamos producir y exportar productos agrícolas y ganaderos sin valor agregado como alimentos para las naciones desarrolladas – fundamentalmente europeas–; b) el imperialismo inglés había modelado según sus intereses concretos la economía argentina; c) el sistema político interno estaba dominado por el sector terrateniente, el cual decidía qué se debía producir y cómo sería su distribución social; d) el desarrollo industrial era incipiente; e) los precios de los productos de la agricultura y la ganadería se fijaban en centros de poder fuera de nuestro país; f) la importación consistía fundamentalmente en productos manufacturados; g) el sistema social se caracteriza por una distribución injusta de los bienes producidos; y h) la expansión de la economía se centraba fundamentalmente en el comercio exterior. La Segunda Guerra Mundial había causado efectos en el sistema económico argentino que obligaron a tomar medidas al respecto. Por decreto 23.847 del 25 de agosto de 1944 se crea el Consejo Nacional de Posguerra, primer intento orgánico de planificación en la Argentina. Dicho organismo tenía como objetivo preparar un amplio y detallado diagnóstico de la situación 1 Miembro de la Carrera del Investigador Científico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Agradezco la valiosa colaboración de Fanny Brudny, Tecnica Principal de la Carrera del Personal de Apoyo a la Investigación y Desarrollo. Susana Novick ha publicado IAPI: auge y decadencia, en Editorial Catálogos. Buenos Aires, 2004. económico-social que recomendara políticas para solucionar los problemas detectados. Presidente del Consejo era el coronel Perón y el Dr. Figuerola su Secretario General. Fue el primer foro donde estuvieron representados los trabajadores, los empresarios y el Estado. Figuerola y Miranda prepararon un “paquete” de medidas económicas que se sancionarán durante 1946, aún antes de la asunción de Perón como presidente. Se iniciaba una nueva etapa, a partir de la alianza de clases que realizan los industriales nacionales y los trabajadores. La nueva política económica –vigente hasta 1952– intentaba regular la totalidad del sistema económico. Orígenes del IAPI Al disponer la liquidación de la Corporación para la Promoción del Intercambio S.A. a principios de 1946, por haber asumido el Banco Central el control de todas las operaciones de cambio –oficiales y privadas– el entonces presidente de la entidad, Miguel Miranda, en carta dirigida al Ministro de Hacienda Coronel (R) Avalos del 24 de mayo de 1946 decía: “…no parece prudente suprimir la acción de promoción del intercambio; se piensa, por el contrario, en la necesidad de coordinar esa acción en forma orgánica y práctica, de manera que asegure positivos beneficios a la economía nacional, sirviendo para respaldar, tanto a los productores agrarios cuanto a los industriales, de toda perturbación del mercado… La conquista de nuevos mercados y el afianzamiento de los ya logrados, así como la provisión regular de materias primas y equipos que aseguren el desarrollo nacional de la economía del país, justifican asimismo una acción permanente de promoción del intercambio”2. Sugiere la creación de un organismo autárquico nacional, al cual pasarían los bienes provenientes de la extinguida Corporación, y que se organizaría con criterio comercial, sin perder de vista su finalidad de bien común. Se sostiene que sólo la acción centralizada y directa del Estado en el ámbito de la promoción del intercambio, garantizará que se beneficien por igual todos los sectores económicos. La creación del IAPI fue dispuesta por decreto 15.350 del 28 de mayo de 1946, que si bien fue firmado por el Presidente Farell, formaba parte del conjunto de medidas que el coronel Perón y su equipo de asesores habían proyectado. Asimismo, por decreto 8.503 del 25 de marzo de 1946 se nacionalizó el Banco Central de la República Argentina, el que en adelante funcionaría como entidad autárquica. Con estas dos resoluciones el nuevo gobierno podrá poner en ejecución su política económica, pasando a controlar –directa e indirectamente– la producción total del país y el ahorro nacional. El citado decreto 15.350, llamado Carta Orgánica del Instituto, coloca su funcionamiento dentro del área perteneciente al Banco Central. Este último sería el puente en las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el organismo creado, reiterándose la necesidad de un ente comercial capaz de afrontar las diferentes coyunturas que el mercado internacional presentara, el que actuando con agilidad en la compra, venta, distribución y comercialización de productos, protegiera el bien común. Sin embargo, se aclara que el Instituto no “monopolizará las actividades privadas, sino que deberá complementarlas adecuadamente y para beneficio de ellas”3. Funciones Complejas y diversas fueron las actividades asignadas al IAPI en sus comienzos. A pesar de que ellas fueron transformándose con el correr del tiempo, pueden ser clasificadas, en el orden interno en: 2 Carta del Presidente del Banco Central al Ministerio de Hacienda. 3 Considerandos del Decreto 15.350 del 28 de mayo de 1946. Comerciales: el Instituto compraba a los productores los cereales, que luego exportaría. Respecto del trigo, por ejemplo, adquiría la producción casi total (para exportar y también para distribuir en el mercado interno). Sin embargo, de otros cereales –como avena, cebada, centeno y maíz– sólo adquiría los cupos necesarios a la exportación, dejando en manos privadas las cantidades aplicadas al consumo interno. Distinto tratamiento recibían las oleaginosas: el IAPI compraba la producción total de las semillas que luego entregaba por cupos a los industriales para que la procesaran. Posteriormente colocaba el aceite en el mercado internacional. Las exportaciones de carne, cueros, grasas y sebos también las realizaba el Instituto, previa compra en el mercado interno, aunque en proporciones diferentes según los años. Financieras: el IAPI otorgaba fondos a las Reparticiones Públicas para la compra de bienes de capital. Intervino en la compra de los ferrocarriles, teléfonos, buques para la Marina Mercante, etcétera. Los gobiernos provinciales recibieron financiamiento para la compra de nuevos bienes de capital: camiones, tractores y equipos para obras viales. El sector privado se benefició también con sus fondos: la industria frigorífica, la metalúrgica, la jabonera, entre otras. Con el propósito de reducir inversiones que el IAPI debía efectuar para cubrir riesgos en empresas privadas, se implantó posteriormente un sistema de autoseguro. El mismo comprendía mercaderías de propiedad del Instituto almacenadas en depósitos propios o arrendados, en tránsito, o en aguas de jurisdicción nacional. Se obtuvo así, una importante reducción en el pago de primas de seguro. Reguladoras del mercado interno: el equilibrio del sistema económico era influido –directa o indirectamente– por las decisiones tomadas desde el Instituto, las que adquirían diversas formas. Por ejemplo: a) compraba en el mercado interno aquellos productos elaborados que no encontraban colocación (arroz, en 1952); b) establecía el margen de beneficio al sector industrial (aceite de tung, en 1950); c) fijaba los precios de mercaderías (carne, pan, harina, en 1949); d) compraba excedentes de sobreproducción y se comprometía a no venderlos en el mercado interno (tomates, en 1950); e) creaba Comisiones Mixtas para afrontar la crisis de algunos productos (tejidos, quebracho, etcétera); f) adquiría materia prima para entregársela a los industriales a efecto de que la procesaran por cuenta y orden del Instituto (lino, en 1946). De promoción y fomento: aquellas actividades productivas, que a criterio del Instituto eran prioritarias, recibieron un tratamiento especial que consistía en ciertos casos en la entrega de créditos sin obligación de devolución. Ejemplos: a) campañas para el fomento de la producción agropecuaria, plan de lucha contra las plagas de la agricultura y la ganadería; compra y distribución de semillas, etcétera; b) venta de productos a menor precio en zonas perjudicadas por fenómenos climáticos corriendo con el déficit (harina y subproductos de la molienda del trigo, en 1950); c) pago de adicionales a productores ubicados en zonas con problemas se sequía (tanino, en 1949); d) fomento de la inmigración; e) venta de productos a precio de costo a la industria local (curtiembres, en 1950), etcétera. Abastecimiento: el mercado internacional de posguerra ofrecía ciertas dificultades para la compra de productos que eran imprescindibles para la continuidad de la actividad productiva dentro de nuestro país. Así, el Instituto se encargaba de importarlos y distribuirlos en el mercado interno, mediante diversos procedimientos. Por ejemplo, hacia 1949, distribuye cemento, tejidos de algodón, yute y soda cáustica. Asimismo, para garantizar el abastecimiento local, el IAPI hasta llegó a la expropiación de productos escasos, distribuyéndolos en forma directa a los consumidores. Subsidiadora: existían ciertos productos de consumo masivo que debieron ser subsidiados para mantener el nivel del salario real en el orden interno. Así, el Instituto se hizo cargo de quebrantos comerciales ocasionados en el abastecimiento de carne para el consumo de la Capital Federal. Por otra parte, para cumplir con los cupos de exportación convenidos, los frigoríficos fueron subsidiados en su actividad afectada por las sequías que ponían en peligro su funcionamiento como fuente de trabajo. No sólo la actividad ganadera fue subsidiada, también la agrícola y la minera –aunque en menor proporción. En el orden externo, podríamos clasificar sus actividades en: Comerciales: el IAPI tenía como principal tarea colocar nuestros productos en el mercado internacional gestionando los mejores precios. Vendía nuestros cereales, carnes, cueros, extracto de quebracho, etcétera. Con este objetivo firmó convenios comerciales con países extranjeros, los que a su vez proveían maquinarias o productos necesarios para nuestro desenvolvimiento industrial. Podemos mencionar los acuerdos con Suiza, Hungría, Italia, Países Bajos, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Brasil y Suecia firmados entre 1947 y 1949. La actividad desarrollada en este ámbito implicaba controlar prácticamente la exportación total de cereales, en menor medida la de productos de la ganadería, y la importación de aquellos insumos críticos. Las importaciones de productos básicos como arpillera, caucho, madera, cemento, etcétera, también constituían parte importante de sus actividades comerciales en el exterior. Financieras: el IAPI intentó fomentar el comercio exterior, y con ese fin otorgó financiamiento a países extranjeros para realizar sus compras en el mercado argentino, predominantemente de productos alimenticios. Asimismo, se encomendó a astilleros europeos – británicos y holandeses– la construcción de varias naves de pasajeros y de carga refrigerada, mediante sumas adelantadas por el Instituto. Asesoramiento y control: formaban parte de sus funciones el asesoramiento al Poder Ejecutivo en la tramitación y la firma de los convenios internacionales de carácter comercial y el posterior control del cumplimiento de las convenciones. Todas las negociaciones o compras que dispusiera el Poder Ejecutivo en defensa de la producción local, serían efectuadas por intermedio del Instituto. Posiciones divergentes respecto del IAPI Hemos puntualizarnos cuán diversas y complejas eran las funciones del IAPI y cómo éstas afectaban intereses concretos de distintos sectores de la sociedad –industriales, comerciantes, agricultores, importadores. La intervención del Instituto tocaba áreas vitales de la economía del país. No sólo se controlaba qué mercaderías importar, a qué precio y con qué aranceles, sino también qué debía producirse en el país –al determinar precios de cereales y carnes– y a quiénes debíamos vendérselo en el exterior. Se regulaba el abastecimiento interno y se protegía a la industria nacional. El IAPI, desde su creación hasta mediados de 1949, pertenecía a la órbita del Banco Central, junto con el Banco de Crédito Industrial, el Banco Hipotecario, y la Caja Nacional de Ahorro Postal. Como vemos, era un elemento clave en la nueva política económica peronista ejecutada por Miranda desde el Banco Central. De la lectura de los diarios, las revistas y los debates parlamentarios de la época, podría afirmarse que no existió otro organismo estatal creado por el gobierno que encendiera tantas polémicas y críticas. Intentaremos sintetizar las diversas posiciones que se sostuvieron. Descubrimos tres líneas principales: de oposición total; de defensa a ultranza; de defensa crítica. De oposición total Esta posición, que surgió y tomó fuerza desde los inicios del Instituto, giraba en torno de las siguientes ideas: El IAPI debía ser atacado, pues imponía restricciones a la “libertad de comercio”. Los “cuantiosos” beneficios que el IAPI obtenía de la comercialización de los productos agrícola - ganaderos no volvían al productor rural. El IAPI era el instrumento del que se valían los funcionarios del gobierno para realizar actos delictuosos o “negociados”. Ejemplo del primer argumento son las declaraciones del diputado por la provincia de San Luis, del Partido Conservador, Reynaldo Pastor: “…qué razones tiene el Poder Ejecutivo para mantener el régimen de monopolio del Estado en la compra y venta y exportación de las cosechas, contrario al principio de la libre comercialización a que aspiran los agricultores argentinos” 4. Esta postura, que poseía fuerte sustento filosófico dentro de un sector social, fue en definitiva la que perduró con el correr del tiempo, y se vincula estrechamente con las profundas raíces que el “liberalismo” político y económico poseía y aún hoy posee en la Argentina. Las dudas sobre cuál era el sistema económico más adecuado –estatismo o libre empresa– aparecen tempranamente aún en sectores políticos del peronismo: “Esta es una cuestión que algún día el Senado tendrá que abordar a fondo. Tenemos que resolver si debemos proseguir con el sistema de venta por una sola mano, por el Estado al extranjero, o si debemos abrir libremente la concurrencia para venta al exterior; si debemos volver a la clásica ley de la oferta y la demanda, que es la buena ley de la economía política a través de todos los tiempos, o si debemos continuar con el sistema de ventas que rige actualmente. Hasta ahora las cosas han salido bien: se ha comprado y se ha vendido con ganancias considerables, que antes obtenían los acopiadores, como Bunge y Born, y otros intermediarios de nuestros cereales; esa diferencia ha quedado en las arcas de la Nación, a favor de ésta. Pero no sé si se podrá continuar así” 5. El diputado Silvano Santander, de la Unión Cívica radical, líder de la campaña en contra del IAPI en la Cámara, preguntaba al Poder Ejecutivo en 1948: “Cuál ha sido el crit erio económico, financiero, comercial y jurídico del IAPI en su acción monopolizadora como importador y exportador, y si en concepto del Poder Ejecutivo aquél actúa dentro de los lineamientos de la ley de su creación” 6. Aquí se estaba poniendo en duda la legitimidad del monopolio que el Estado había pretendido ejercer. Esta misma idea es retomada por los responsables del golpe de Estado de 1955. En los Considerados del decreto Nº 2.539 que ordenó la liquidación del Instituto, el General Lonardi afirmaba: “Visto el propósito enunciado por este gobierno de dejar librada a la iniciativa privada el ejercicio de las actividades comerciales… Considerando que el IAPI se ha caracterizado no sólo por una desacertada gestión comercial y financiera, sino también por constantes e injustificadas intervenciones en distintos aspectos de la actividad económica…”. El segundo argumento apuntaba hacia otros criterios. Se aceptaba el monopolio estatal, pero se cuestionaba a qué sectores o grupos sociales se debía beneficiar ese monopolio. La oposición insistía en que las ganancias que el Instituto había obtenido en la comercialización de los productos agrícolas, las habían invertido en el sector industrial. En síntesis, que las riquezas producidas por el campo, habían posibilitado el desarrollo industrial y éste se hacía a costa del trabajo rural. En reiteradas oportunidades la política del Poder Ejecutivo fue cuestionada y se intentaron investigaciones sobre este tema. El radicalismo asumía la defensa del sector agrario. Cabría preguntarse por qué, mientras la comercialización de las cosechas argentinas, desde fines del siglo pasado, se realizaba en el ámbito de la actividad privada, no se oyó ninguna voz en el Parlamento preguntando quiénes obtenían las ganancias y dónde se invertían las mismas. Parecería que existe una legitimidad propia del lucro privado, que el lucro estatal no posee. En síntesis, la oposición (diputado Mac Kay) sostenía: “Censuramos que las ganancias obtenidas en la comercialización de la producción –más de 2.000.000.000 de pesos, según lo expresó el propio Presidente de la Nación– no vuelvan al productor y se inviertan en actividades ajenas a las específicamente agrarias” 7. El tercer argumento condenaba al Instituto por los supuestos “delitos” cometidos po r sus funcionarios. Entre los proyectos de resolución, pidiendo al gobierno investigue estos “negociados”, los del diputado Santander son típicos. El entonces diputado Agustín Rodríguez Araya, de la Unión Cívica Radical, también solicitó investigaciones, sobre un elevado número de hechos. Entre ellos: -Compra de 997 “jeeps” nuevos según el contrato y que al recibirlos resultaron usados y en deplorable estado. 4 Cámara de Diputados, Diario de Sesiones, Reunión 6º, 12 de junio de 1947, página. 69. 5 Cámara de Diputados, Diario de Sesiones, Reunión 115º, 13 de marzo de 1947, página 469. 6 Cámara de Diputados, Diario de Sesiones, Reunión 8º, 2 de junio de 1948, página 560. 7 Cámara de Diputados, Diario de Sesiones, Reunión 6º, 12 de junio de 1947, página 606. -Compra de 3000 vagones que resultaron inútiles y no pueden ser utilizados, por ser de trocha distinta a las del país. -Otorgamientos de privilegios a la firma Peña y Marini, para el armado y venta de más de 400 automotores. Si bien, a nuestro entender, este tipo de críticas era la menos profunda respecto del accionar del Instituto, hemos podido observar, a través de las lecturas parlamentarias, que fueron las más difundidas, y en ellas se invirtieron ingentes sesiones. [...]

Idioma

spa

Extent

186 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess

Formato

application/pdf

Identificador

ISBN : 978-950-29-1947-8

Texto Item Type Metadata

Lugar de edición

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https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/3156 <![CDATA[Iapi: auge y decadencia. El comercio exterior durante el primer peronismo]]> Resumen: El Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) se creó en mayo de 1946. Ninguna otra institución estatal encendió tantas polémicas y críticas desde múltiples sectores. En la actualidad, con la perspectiva histórica que poseemos, emerge como el intento más contundente por nacionalizar la economía e independizarla de los centros financieros internacionales. Con sus avances y retrocesos fue el instrumento a través del cual el Estado argentino tomó parte de las ganancias generadas por el comercio exterior y las utilizó, con criterio estratégico, en aquellas áreas donde el país más lo necesitaba para lograr un desarrollo autónomo. A la luz de las recientes experiencias neoliberales, el objetivo peronista de la primera época adquiere nuevos e inéditos valores: su idea originaria posee aún plena vigencia. La nacionalización del comercio exterior respondería a varios imperativos: a) controlar el accionar ilegal de las empresas agroexportadoras e importadoras; b) restringir la fuga de capitales; c) disociar los precios internacionales de los locales; d) proteger la producción local; e) obtener precios favorables para la producción argentina ante el cambiante y complejo contexto geopolítico; f) regular las importaciones; g) prevenir la “restricción externa”; h) fiscalizar el nivel de precios de los bienes de consumo básico; i) impedir la concentración del poder económico en pequeños grupos, circunstancia que atenta contra el sistema democrático; j) contener la inflación interna; y k) capitalizar al país. En síntesis, nacionalizar el comercio exterior nos permitiría romper el círculo de endeudamiento y vulnerabilidad externa al que estamos sometidos. La cuestión se encuentra vinculada al permanente deterioro social y resulta tan crucial que no puede dejarse en manos de unas pocas empresas privadas transnacionales que tienen intereses opuestos a los del pueblo argentino.

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2023-08-30T10:27:12-03:00

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Título

Iapi: auge y decadencia. El comercio exterior durante el primer peronismo

Autor/es

Fecha

2022

Descripción

Resumen: El Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) se creó en mayo de 1946. Ninguna otra institución estatal encendió tantas polémicas y críticas desde múltiples sectores. En la actualidad, con la perspectiva histórica que poseemos, emerge como el intento más contundente por nacionalizar la economía e independizarla de los centros financieros internacionales. Con sus avances y retrocesos fue el instrumento a través del cual el Estado argentino tomó parte de las ganancias generadas por el comercio exterior y las utilizó, con criterio estratégico, en aquellas áreas donde el país más lo necesitaba para lograr un desarrollo autónomo. A la luz de las recientes experiencias neoliberales, el objetivo peronista de la primera época adquiere nuevos e inéditos valores: su idea originaria posee aún plena vigencia. La nacionalización del comercio exterior respondería a varios imperativos: a) controlar el accionar ilegal de las empresas agroexportadoras e importadoras; b) restringir la fuga de capitales; c) disociar los precios internacionales de los locales; d) proteger la producción local; e) obtener precios favorables para la producción argentina ante el cambiante y complejo contexto geopolítico; f) regular las importaciones; g) prevenir la “restricción externa”; h) fiscalizar el nivel de precios de los bienes de consumo básico; i) impedir la concentración del poder económico en pequeños grupos, circunstancia que atenta contra el sistema democrático; j) contener la inflación interna; y k) capitalizar al país. En síntesis, nacionalizar el comercio exterior nos permitiría romper el círculo de endeudamiento y vulnerabilidad externa al que estamos sometidos. La cuestión se encuentra vinculada al permanente deterioro social y resulta tan crucial que no puede dejarse en manos de unas pocas empresas privadas transnacionales que tienen intereses opuestos a los del pueblo argentino.

Idioma

spa

Extent

186 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

Formato

application/pdf

Texto Item Type Metadata

Lugar de edición

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https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/3634 <![CDATA[Economía, ciencia y política : el pensamiento de Max Weber entre 1892 y 1910]]> La tesis presenta el pensamiento de Max Weber entre los años 1892-1910 usando el período que va de 1899 a 1902 —aquel que encontró a Weber enfermo e incapaz de producir obra— como parteaguas. Para hacerlo, la tesis se organiza en tres partes divididas por tópicos, subdivididas, a su vez, en dos capítulos cada una correspondientes a cada época. En un trabajo teórico-comparativo, se buscan las continuidades y corrimientos de Weber respecto a cada uno de los tópicos. Mientras la división interna de los capítulos es temporal, la conexión entre ellos es lógica. La primera parte está dedicada, así, al diagnóstico del capitalismo moderno y su génesis en general, pero en Alemania en particular; la segunda parte se centra en las innovaciones epistemológicas-disciplinares que Weber realiza para poder observar y explicar el diagnóstico referido en la primera parte; mientras que la tercera parte restituye la intervención política que Weber realiza teniendo en cuenta el diagnóstico que obtuvimos en la primera parte observado bajo los lentes de las innovaciones epistemológicas-disciplinares de la segunda parte. La tesis concluye que una lectura en conjunto de la obra de Weber en 1892-1910 da cuenta tanto de la robustez del trabajo de Weber previo a 1902 como la continuidad de problemáticas y modos de abordaje en la recuperación de su enfermedad. Un Max Weber que se piensa a sí mismo como economista aparecerá, así, como contrafigura de aquel que se quiso construir, retrospectivamente, como padre fundador de la sociología.]]> 2023-04-17T12:07:57-03:00

Dublin Core

Título

Economía, ciencia y política : el pensamiento de Max Weber entre 1892 y 1910

Colaborador

Nosetto, Luciano Ezequiel
Wieczorek, Tomás

Fecha

2022

Spatial Coverage

Temporal Coverage

1892-1910

Descripción

La tesis presenta el pensamiento de Max Weber entre los años 1892-1910 usando el período que va de 1899 a 1902 —aquel que encontró a Weber enfermo e incapaz de producir obra— como parteaguas. Para hacerlo, la tesis se organiza en tres partes divididas por tópicos, subdivididas, a su vez, en dos capítulos cada una correspondientes a cada época. En un trabajo teórico-comparativo, se buscan las continuidades y corrimientos de Weber respecto a cada uno de los tópicos. Mientras la división interna de los capítulos es temporal, la conexión entre ellos es lógica. La primera parte está dedicada, así, al diagnóstico del capitalismo moderno y su génesis en general, pero en Alemania en particular; la segunda parte se centra en las innovaciones epistemológicas-disciplinares que Weber realiza para poder observar y explicar el diagnóstico referido en la primera parte; mientras que la tercera parte restituye la intervención política que Weber realiza teniendo en cuenta el diagnóstico que obtuvimos en la primera parte observado bajo los lentes de las innovaciones epistemológicas-disciplinares de la segunda parte. La tesis concluye que una lectura en conjunto de la obra de Weber en 1892-1910 da cuenta tanto de la robustez del trabajo de Weber previo a 1902 como la continuidad de problemáticas y modos de abordaje en la recuperación de su enfermedad. Un Max Weber que se piensa a sí mismo como economista aparecerá, así, como contrafigura de aquel que se quiso construir, retrospectivamente, como padre fundador de la sociología.

Idioma

spa

Extent

263 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Cobertura

ARG
1892-1910

Abstract

The thesis presents Max Weber's thought between 1892-1910 using the period from 1899 to 1902 - the period that found Weber ill and unable to produce work - as a dividing point. In order to do so, the thesis is organised into three parts divided into topics, subdivided in turn into two chapters each corresponding to each period. In a comparative-theoretical work, Weber's continuities and departures from each of the topics are sought. While the internal division of the chapters is temporal, the connection between them is logical. The first part is thus devoted to the diagnosis of modern capitalism and its genesis in general, but in Germany in particular; the second part focuses on the epistemological-disciplinary innovations that Weber makes in order to observe and explain the diagnosis referred to in the first part; while the third part restores the political intervention that Weber makes taking into account the diagnosis we obtained in the first part observed through the lens of the epistemological-disciplinary innovations of the second part. The thesis concludes that a reading of Weber's work in 1892-1910 as a whole reveals both the robustness of Weber's work prior to 1902 and the continuity of issues and modes of approach in the recovery from his illness. A Max Weber who thinks of himself as an economist will thus appear as a counter-figure to the one who was constructed later as the founding father of sociology.

Table Of Contents

Introducción
1. En búsqueda conexión perdida: la recepción de Max Weber
2. Auge y transformación: el itinerario vital de Max Weber entre 1892 y 1910
3. Hipótesis, exposición y método de la investigación
Parte I: ¿Qué tipo humano para qué capitalismo? El diagnóstico del capitalismo de Max Weber
Capítulo 1: Capitalismo agrario y decadencia cultural en Alemania
A. El capitalismo desorganizado del este alemán
B. La nación en el pensamiento de Weber entre 1892 y 1899
C. Libre selección de las fuerzas y decadencia del tipo humano
Conclusiones del capítulo 1
Capítulo 2: El espíritu del capitalismo y el capitalismo alemán
A. Pertinencia y justificación de un estudio sobre el espíritu del capitalismo
B. El espíritu capitalista y el espíritu aristocrático
C. El espíritu del capitalismo alemán
Recapitulación y tránsito a la siguiente parte
Parte II: ¿Cómo estudiar la economía? En búsqueda de una ciencia económica con rostro humano
Capítulo 3: Hacia una ciencia del humano
A. Ámbito y modulaciones de la economía en tanto ciencia del humano
B. La ciencia del humano y los fundamentos conceptuales de la economía
C. Los fundamentos no económicos de la economía: naturaleza e historia
Conclusiones
Capítulo 4: La economía como ciencia de la realidad
A. Ámbito de la economía en tanto que ciencia de la realidad
B. ¿Cómo se conoce la realidad?
C. La comprensión científica
Recapitulación y tránsito a la siguiente parte
Parte III: ¿Qué hacer? La crítica político-económica de Max Weber
Capítulo 5: Un Estado fuerte para una cultura elevada.
A. ¿Qué es la economía práctica? La economía en el mundo de las ideas
B. La crítica económico-política de Max Weber entre 1892 y 1899
C. Alemania como Estado de poder industrial-exportador
Conclusiones
Capítulo 6: El problema de la libertad en un mundo mecanizado
A. La distinción entre conocer y juzgar: la forma de la crítica científica.
B. La persistencia de lo aristocrático y el sistema autoritario
C. La necesidad de democracia, el problema de la política exterior y el futuro de la libertad
Recapitulación y tránsito hacia las conclusiones generales
Conclusiones generales
Bibliografía

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias Sociales

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

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