<![CDATA[Repositorio Digital Institucional Facultad de Ciencias Sociales-UBA]]> https://repositorio.sociales.uba.ar/items/browse?tags=Movimientos+art%C3%ADsticos&output=rss2 Thu, 28 Mar 2024 07:35:51 -0300 ayuda@sociales.uba.ar (Repositorio Digital Institucional Facultad de Ciencias Sociales-UBA) Zend_Feed http://blogs.law.harvard.edu/tech/rss <![CDATA[La cultura no se clausura : la lucha de MECA en el proceso de legitimación de los espacios culturales alternativos]]> https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1673

Dublin Core

Título

La cultura no se clausura : la lucha de MECA en el proceso de legitimación de los espacios culturales alternativos

Colaborador

Bruno, Daniela Paola

Fecha

2018

Spatial Coverage

Temporal Coverage

2007-2018

Descripción

Este trabajo de tesis surge por una inquietud personal ligada a investigar un ámbito cultural de la Ciudad de Buenos Aires como lo es el circuito independiente. Dentro de este amplio espectro, el eje radicó en la actividad de
los centros culturales. De variadas funcionalidades y modalidades, así como los que orbitan dentro de la lógica privada o pública, este trabajo se enfocará en los que integran el Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA), un colectivo cultural que surgió al calor de la batalla por la conquista de derechos y contra las clausuras indiscriminadas que arbitraba el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en sucesiones gubernamentales que tuvieron al PRO como el partido político de tendencia neoliberal encargado del accionar punitivo.

Recorrer los circuitos culturales de CABA supeditados a la órbita gubernamental conlleva adentrase en una lógica delimitada por una oferta cultural que lleva impreso el sello de la gestión del PRO desde su desembarco en la ciudad: la cultura pensada como gasto. Esta máxima está en la matriz cultural del gobierno desde sus orígenes y quien la supo encarnar a lo largo de los dos gobiernos de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires fue Hernán Lombardi, político cuya carrera estuvo asociada en gran parte a la actividad turística. Desde esta concepción, las distintas asociaciones entre cultura y turismo, entre cultura y mercado, dieron como resultado el diseño de una política cultural del “eventismo” o, como dice José Pablo Feinmann retomando a Guy Debord, de la “creación del acontecimiento”, lo que propició, a su vez, una asociación, o confusión, entre cultura y espectáculo. Proliferaron así las “gallery nights”, la noche de las librerías, de las disquerías, de los museos, de la filosofía, de los cafés, y se potenciaron los festivales, previo despido de la mayor parte de sus directores. (Santos G. , 2017).

En este sentido, Bayardo considera que la gestión de PRO en Buenos Aires ahondó una tendencia que suele sintetizarse en términos como festivalización, economización e instrumentalización de la cultura, conceptos que respectivamente señalan la preferencia por lo espectacular y el evento, la concepción de la cultura como una mercancía más y como negocio, la utilización de la cultura con fines turísticos, económicos, políticos y sociales externos a sus propias finalidades como actividad valiosa en sí misma. (Santos G. , 2017). Una frase relevante que sintetiza la concepción de la cultura que opera en el PRO fue expresada por el ministro de cultura de CABA, Ángel Mahler: “Si un evento sale un millón de pesos y van cien personas, es caro para la Ciudad”, dijo en abril de este año en una entrevista a Página 12 (Friera, 2017). Esta declaración resulta similar a lo expresado por el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, cuando dijo que las ediciones facsimilares que editaba la Biblioteca Nacional eran un “disparate carísimo”, cansado de la “glorificación y las opresiones del pasado sobre el presente”.

Según la perspectiva de este trabajo, esta concepción, que promueve el devenir en mero consumidor pasivo de espectáculos de público masivo, se contrapone a la lógica de los lugares de pertenencia propia de los espacios culturales alternativos. En esa discrecionalidad, aparecen dos formas de consumo cultural bien delimitadas, de las cuales una de ellas, siguiendo a Margulis, podría emparejarse con lo él describe como la promesa de fiesta que se vende a los jóvenes. Dirá que la misma es una fiesta comercial, organizada y controlada por otros. Siendo un simulacro donde la liberación es relativa y donde los poderes están presentes de modo notorio y opresivo, señalará que los jóvenes no ofician su propia fiesta, no crean sus reglas, no regulan su espacio sino que son meros actores en un teatro ajeno, consumidores dentro de un género que les ofrece alguna posibilidad de elección, pero siempre aceptando reglas que no han creado. Se someten también así a rígidas formas de exclusión o admisión, códigos a los que hay que someterse, adaptarse, mimetizarse para ser elegible, tener éxito y ser miembro.(Margulis, 1994).

Sin embargo, y siguiendo la lógica opuesta, ligada a una conceptualización que prioriza la autogestión, podemos realizar un paralelismo en la descripción esbozada por el autor con respecto a la fiesta en los términos de Bajtín: ese momento donde las personas celebran su propia fiesta y se liberan de los poderes habituales, de la dominación cotidiana, mediante la risa, el grotesco y la máscara. Aparece allí la risa como el gran instrumento de liberación, también el humor, la burla, el insulto y la ridiculización de los poderosos y todo eso en un espacio que habilita el goce de invertir las oposiciones, de situarse en un plano antagónico, activando lo opuesto de lo habitual opresivo. Y lo que es clave, confirmándose como acto espontáneo de actores colectivos, productores y receptores.

La búsqueda del desvío de las rutas establecidas provoca el intento de salir a explorar la ciudad y buscar en sus recovecos, en sus bordes. Allí donde poder encontrar otros espacios de la ciudad: sus pasajes alejados y los paseos escondidos. Es ahí donde se dan las pertenencias alternativas y se encuentran “los lugares”, esos espacios cargados de sentido que se constituyen a partir de ser habitados y vividos. Cargados con orientaciones y memorias, con afectos y liturgias, el lugar organiza el espacio y reglamenta las interacciones. (Margulis, 1994).

En la exploración de esos circuitos alternativos aparecen los centros culturales: Vuela El Pez, El Emergente, el Centro Cultural Matienzo aparecen como los pioneros de MECA, erigiéndose como lugares de encuentro donde poder ir a escuchar música, bailar, ver una exposición de fotografía, ir a cursar algún taller o simplemente compartir un momento con amigos. La característica de estos lugares cargados de identidad es que se alejan de la lógica mercantilista de la cultura, promoviendo valores opuestos a la actividad redituable y la ganancia.

El 2014 se vuelve para MECA un año bisagra y es cuando comienza a visibilizar la campaña “La cultura no se clausura” como una estrategia comunicacional que ponga en alerta a la sociedad sobre la crítica situación que atravesaba el sector independiente de la cultura popular. Desplegando acciones particulares desde cada uno de los centros culturales, se intentaba demostrar una radicalización en la postura del campo independiente, amparada en una firme decisión de dar batalla al cierre de sus espacios. Desde la concepción de este trabajo se buscará analizar el proceso de colectivización de MECA y cómo el mismo posibilitó la construcción de una identidad colectiva en tanto componente que articula y da consistencia al movimiento social en la reivindicación de un derecho humano como es el acceso a la cultura. Será en la dinámica de esta acción colectiva donde se da la disputa por los espacios urbanos en los que se despliega la actividad así como también la resignificación de los mismos, en un ejercicio tanto práctico como simbólico.

La clausura de esos espacios conlleva el desentendimiento desde el Estado al obviar una garantía constitucional y desatender el rol que éstos ocupan en tanto espacios social y culturalmente necesarios para una sociedad. Será la falencia de una concepción que priorice la importancia de estos espacios como escenarios para la contención de una ciudadanía replegada al ámbito de consumo, lo que se intenta poner en el foco del siguiente trabajo.

El no reconocimiento de estos ámbitos de expresión y de recreación en los que el sujeto participa activamente, se evidenciada en la inexistencia de una normativa habilitadora para centros culturales que regulara la actividad y permitiera frenar así las clausuras ilegítimas. Así, sin ningún amparo legal, cada inspección era factible de concluir en un cierre preventivo del espacio. Mientras tanto, MECA batallaba por la conquista de un derecho inherente a todo ciudadano, estipulado en la constitución porteña en su artículo 32.

Tal como lo expresa claramente el texto constitucional, el Estado está comprometido a asegurar la libre expresión artística y prohibir toda censura, así como también a ser el encargado de proteger y difundir las manifestaciones de la cultura popular. La evidencia del no acompañamiento demostraba sino todo lo contrario, dando lugar a la persecución de esos espacios, centros donde se gesta la participación y donde se busca recuperar y fortalecer la cultura popular.

El complejo entramado que presenta la matriz neoliberal de gobierno que encarna la gestión del Pro en la Ciudad de Buenos Aires desde 2007 prioriza la concepción privatista de la cultura, orquestando un proceso de hegemonía cultural que acompaña la tendencia capitalista imperante en el orden mundial. (Wortam, 2009). En este sentido, prima el interés por las ganancias que pueden generar las industrias culturales, al tiempo que desarticula lazos comunitarios. En la categorización de las políticas públicas que desarrolla García Canclini, se afirma que el objetivo de la doctrina neoconservadora en la cultura es transferir a las empresas privadas la iniciativa cultural, disminuir la del Estado y controlar la de los sectores populares. “Mientras en décadas anteriores la identidad de los grupos se formaba desde discursos que apelaban a las personas como ciudadanos o compañeros, en el último decenio el discurso mercantil los interpela como consumidores, ahorristas o inversores, la represión desactiva los mecanismos de movilización y cooperación colectiva, y trata de reducir la participación social a la inserción particular de cada individuo en los beneficios del consumo y la especulación financiera”. (Canclini, Políticas culturales en América Latina, 1987, pág. 43)

En este sentido, afirma que la tendencia dominante en las políticas públicas es el desplazamiento de la acción estatal a la producción y apropiación privada de los bienes simbólicos. “La reducción de los fondos públicos y las exigencias de productividad impuestos por la tecnocracia monetarista en todas las áreas lleva a los Estados a reducir las acciones no rentables y los eventos que no se autofinancien (el teatro, la música y las artes plásticas), y concentra la política cultural en la promoción de grandes espectáculos de interés masivo”. (Canclini, Políticas culturales en América Latina, 1987, pág. 45).

Desde MECA se batalla bajo la concepción de una cultura diametralmente opuesta, por una cultura inclusiva que no privilegia la ganancia sino ser desplegada en espacios abiertos al barrio y a los vecinos, donde se ofrecen actividades con entradas gratuitas o a un precio muy accesible. Ante la falta de propuestas de este tipo, que cabe destacar deberían darse por parte de un Estado inclusivo e integrador, estos espacios vienen a suplir esa ausencia y a ofrecer un escenario a la gran cantidad de artistas independientes de la Ciudad de Buenos Aires que no hallan espacios para sus expresiones artísticas ante circuitos comerciales restringidos.

Conocer las diversas corrientes teóricas sobre los movimientos sociales alcanza para comprender el momento de gestación de los mismos y sus modos de articulación para abordar la conquista de derechos del pueblo, pero acercarse a la trayectoria de MECA hace discernir cabalmente la importancia de estos agentes dinámicos para la configuración de un sentido de lucha colectiva, de lazos que se entrecruzan ante una ausencia o la falta de un derecho que el propio Estado debiera de garantizar. La cuestión ideológica está presente en esta lucha y se batalla contra una política sistemática del gobierno de vigilar a los espacios que tratan de generar modos alternativos de expresión.

Frente a esto, el activismo cultural, gestionando a través de asambleas que en pleno auge previo a la sanción de la Ley llegaron a estar conformadas por hasta 300 personas, comienza a alzarse como una cuestión histórica en la Ciudad de Buenos Aires. Este devenir fue generado por MECA junto a diversas organizaciones del campo cultural que componen Cultura Unida como la Asociación Argentina del Teatro Independiente (ARTEI), Espacios Escénicos Autónomos (ESCENA), el Frente de Artistas Ambulantes Organizados (FAAO), la Asociación de Organizadores de Milongas (AOM), la Cámara de Clubes de Música en Vivo (CLUMVI), Seamos Libres, Foro de Danza en Acción, Abogados Culturales, la Fuerza Artística de Choque Comunicativo (FACC), Construyendo Cultura, Potencia Unida Roja y Blanca Actores LaCulturaNoSeClausura y Peñas Unidas.

El campo cultural independiente se unió para conseguir en ese momento un hecho concreto: una ley habilitadora para centros culturales. Sin embargo, se daba también una batalla cultural más amplia que era contra el vaciamiento cultural, algo que aún sigue involucrando a todos los demás campos artísticos, siendo una cuenta pendiente del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, particularmente al desarticular políticas públicas e introducir, junto al concepto de industria cultural, un discurso que sostiene con mayor fuerza la entrada de la ciencia económica como elemento primordial del campo cultural. Conceptos como internacionalización, reconocimiento mundial y exportabilidad aparecen en la política cultural cada vez con mayor énfasis en el mercado.

Resistiendo a esa concepción, resistiendo a desaparecer, los espacios existen porque quienes los hacen creen en ellos y dedican toda su vida a apostar por una lógica opuesta. No son bares ni boliches, no son locales comerciales. Son espacios que desde la autogestión fomentan el desarrollo de una cultura popular, brindando un lugar a las expresiones artísticas que se ven expulsadas del circuito cultural oficial, donde la única lógica que predomina es la rentabilidad.

La decisión de congregarse en un movimiento reivindica un cambio en las condiciones para la práctica cultural, velando por la existencia de este tipo de espacios y apostando a la multiplicación de los mismos. Resulta fundamental para el desarrollo de la ciudad que las políticas públicas reconozcan, garanticen y acompañen el crecimiento de las propuestas artísticas y culturales independientes y autogestivas de la ciudad para generar inclusión social, participación política y nuevos contenidos que enriquezcan su identidad colectiva.

En este abordaje por ende se estudiarán las formas de organización de MECA en tanto movimiento autogestivo del campo de la cultura independiente en su lucha por la legitimación de los espacios sociales alternativos. Se analizarán sus formas de organización en la persecución de sus objetivos, así como las relaciones sociales que dan lugar a los conflictos que constituyen las identidades colectivas. Autonomía, autogestión y solidaridad son algunos de los principios que la investigación destaca como parte de ese proceso de búsqueda y que se concreta en la creación de iniciativas productivas y nuevas estrategias autogestionadas por las propias organizaciones, siendo el movimiento social una forma de acción que apela a la solidaridad, en tanto capacidad de un actor para compartir una identidad colectiva. A partir de la indagación de su articulación con el Estado, se analizará cómo este vínculo influyó en la construcción de identidades colectivas que habilitaron el proceso de demanda.

La pertinencia y relevancia de este trabajo para el campo disciplinar de la comunicación social radica en tratarse de un proceso de lucha del campo cultural independiente que incorporó una nueva categoría habilitadora en la Ciudad de Buenos Aires, legitimando el rol de estos espacios culturales alternativos en la sociedad. En este sentido, el enfoque se basará en una concepción de la comunicación que no se limita a ser mero instrumento mediático, sino que se la abordará entendiéndola como relación social y cultural. Será la interacción entre sus protagonistas, sujetos significantes y significadores, en prácticas socio culturales donde se desatan los procesos de comunicación lo que abordaremos en nuestra investigación. (Casamayor, 2006).

En este sentido, el interés se centra entonces en los procesos comunicacionales, entendidos como escenario de interacciones entre sujetos en el ámbito histórico de la vida cotidiana, lugar en el cual se producen, intercambian y negocian formas simbólicas y se generan sentidos atravesados por intereses y formas de poder. (Uranga, 2014).

Idioma

spa

Extent

166 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Identificador

http://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/1673

Cobertura

7593303
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (autonomus city)
2007-2018

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Licenciada en Ciencias de la Comunicación

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

Identificador interno

4355
]]>
Tue, 23 Mar 2021 21:04:35 -0300
<![CDATA[Entre performatividades discursivas y corporales : poner el cuerpo : un ensayo sobre “El Siluetazo”]]> https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/2297

Dublin Core

Título

Entre performatividades discursivas y corporales : poner el cuerpo : un ensayo sobre “El Siluetazo”

Autor/es

Colaborador

Puente, Maximiliano de la

Fecha

2021

Spatial Coverage

Temporal Coverage

21 y 22 de Septiembre de 1983

Descripción

Idioma

spa

Extent

60 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Cobertura

7593303
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (autonomus city)
ARG

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Licenciada en Ciencias de la Comunicación

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

Identificador interno

5142
]]>
Tue, 21 Dec 2021 14:15:48 -0300
<![CDATA[Los quiebres entre el documental y la ficción en el nuevo cine argentino]]> https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/2719

Dublin Core

Título

Los quiebres entre el documental y la ficción en el nuevo cine argentino

Autor/es

Colaborador

Aprea, Gustavo

Fecha

2005

Spatial Coverage

Temporal Coverage

1990-2005

Descripción

En este trabajo vamos a analizar algunas de las películas de ficción y documentales consideradas más representativas del llamado nuevo cine argentino, un movimiento que surgió en el país en la década de los noventa y que llega hasta nuestros días.

En estos films analizaremos los borramientos de los límites entre el cine documental y de ficción, desde el punto de vista de la enunciación fílmica, la semiótica y el análisis discursivo.

Existen registros previos de este quiebre entre el cine de ficción y el documental. Sin embargo, parece emerger una nueva manera de realizarlo entre los integrantes de esta generación de cineastas.

Elegimos para el trabajo un corpus compuesto por tres películas de ficción y tres documentales de los directores más destacados del nuevo cine argentino. Estos films resultarán apropiados para el análisis puesto que en todos aparecen estos “cruces” entre la ficción y el documental.

Las películas de ficción seleccionadas para integrar el corpus principal son: “La ciénaga”, de Lucrecia Martel; “Bolivia”, de Adrián Caetano; y “El bonaerense”, de Pablo Trapero. En tanto, los films documentales son: “Los rubios”, de Albertina Carri; “La TV y yo”, de Andrés Di Tella; y “Yo no sé qué me han hecho tus ojos”, de Sergio Wolf y Lorena Muñoz.

Consideramos que el interés teórico del análisis de estas películas tiene que ver con la búsqueda de un nuevo verosímil, con un cambio del lugar del enunciador, con un interés por rescatar la cultura popular y la identidad argentinas, en crisis durante en los años noventa por las políticas neoliberales y la globalización, y con claros deseos de cortar con la tradición cinematográfica previa.

Idioma

spa

Extent

116 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Cobertura

ARG
1990-2005

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Licenciada en Ciencias de la Comunicación

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

Identificador interno

1453
]]>
Tue, 14 Jun 2022 15:09:36 -0300