https://repositorio.sociales.uba.ar/items/browse?tags=Registro+de+la+informaci%C3%B3n&output=atom <![CDATA[Repositorio Digital Institucional Facultad de Ciencias Sociales-UBA]]> 2024-03-28T08:31:29-03:00 Omeka https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/2011 <![CDATA[El dispositivo documentario como ensamble entre el período disciplinario y la era del control]]> La presente tesina busca examinar posibles líneas de investigación sobre el dispositivo documentario como un mecanismo de control estatal desde una perspectiva biopolítica, la cual ofrece interesantes posibilidades analíticas para el estudio de una serie de fenómenos contemporáneos.

Para lograrlo, se realizará un estudio exploratorio considerando que se busca una inicial aproximación a la temática que incluirá desde el origen del proceso documentario argentino hasta la implementación de una innovadora política de Estado en materia identificatoria impulsada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, período que abarcará hasta el 10 de diciembre de 2015.

La identificación de la población resulta una cuestión de suma importancia para los Estados modernos, por lo que la ciencia y la tecnología trabajan continuamente en el desarrollo, avance e innovación de nuevas y reconfiguradas técnicas y dispositivos que permiten profundizar y perfeccionar las tareas de reconocer, controlar y vigilar a los individuos.

De manera inicial, el fichaje social comenzó con los considerados grupos de riesgo tales como las clases peligrosas, los sospechosos, los criminales, los terroristas y los sectores vulnerables a la estigmatización, para luego extenderse al conjunto de la población. Históricamente, los documentos de identificación constituyeron herramientas políticas creadas por los Estados con el mencionado objetivo de registrar e identificar a las personas.

La República Argentina fue una nación pionera en estas metodologías identificatorias, lo que funcionó como condición de posibilidad para la incorporación de herramientas tecnológicas en estos dispositivos. Dichas modificaciones se caracterizaron por el uso de tecnología biométrica en el nuevo Documento Nacional de Identidad (DNI), sumada a la potencialidad de convertirlo en un carnet electrónico con la inclusión de dos chips (datos biométricos + información que pueda interactuar con otra contenida en diversos sistemas) y la conformación de una gran base estatal de datos con la finalidad de reunir los registros personales e identificar y monitorear a todos los ciudadanos.

La tecnología biométrica consiste en el estudio de las características cuantitativas de los seres vivos empleando diversas técnicas y se define como un método automatizado de reconocimiento del individuo, basado en características biológicas (anatómicas y fisiológicas) y de comportamiento medible.

La posibilidad de convertir al Nuevo DNI en un carnet inteligente multipropósito se plantea a raíz de la incorporación de un doble chip que, además de los datos biométricos de la persona, se incluirá nueva información como la historia clínica, datos previsionales y jubilatorios y la información de los trayectos de la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE).

Por otra parte, se llevó a cabo la creación de la base estatal de datos a partir de la puesta en marcha del Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad (SIBIOS), que tiene por objetivo prestar un servicio centralizado de información respecto de los registros patronímicos y biológicos individuales, a fin de contribuir a la comprobación oportuna en materia identificatoria de personas y rostros.

De esta manera, estudiaremos los cambios y transformaciones producidas en el proceso documentario a la luz del concepto de biopoder planteado por Michel Foucault (2006), así como también analizaremos el dispositivo documentario como ensamble entre el período disciplinario y la era del control.

Desde finales del siglo XX, asistimos a una etapa de transición de lo que se denominó sociedades disciplinarias (Foucault, 1975) hacia una sociedad de control (Deleuze, 1990). Mientras que Foucault centra su análisis en las instituciones de encierro -lugares a los que los sujetos ingresaban (escuela, hospital, fábrica, cuartel, etc.) y eran disciplinados de modo tal que pudieran resultar útiles al sistema-, Deleuze plantea que existe una crisis generalizada de estas instituciones, donde el encierro está siendo reemplazado por un control continuo (vigilancia e identificación) y una comunicación basada en la incorporación de nuevas tecnologías, por lo que surgen nuevos o reconfigurados dispositivos tecnológicos construidos e impulsados en nombre de la seguridad y la protección.

Así, los Estados avanzan sobre la vigilancia y el control con el objeto (o la excusa) de proteger a las poblaciones de fenómenos como el terrorismo o la delincuencia mediante el desarrollo y la aplicación de estos mecanismos que, sirviéndose de las tecnologías de la información, permiten rastrear y monitorear a la ciudadanía de maneras cada vez más sigilosas e intrusivas.

En consonancia, la Argentina asiste a un momento en el que progresivamente se incorpora mayor tecnología en variados dispositivos sin vislumbrar claramente cuáles son los objetivos y sus alcances. Si bien algunas organizaciones manifestaron su preocupación por el avance de identificación de ciudadanos y el uso de múltiples técnicas para la vigilancia, estas cuestiones no reciben el debate público que merecen y las medidas son tomadas mediante resoluciones administrativas sin la correspondiente instancia de tratamiento y discusión en el Congreso Nacional.

En este contexto decidimos analizar el DNI -principal dispositivo de identificación de la sociedad disciplinaria argentina- con la reciente incorporación de tecnología digital. A su vez, intentaremos reconstruir la genealogía del DNI como dispositivo biopolítico, sus cambios y transformaciones, así como la incidencia en la privacidad, las libertades civiles y la protección de la intimidad garantizada por la Constitución Nacional.

El relevamiento de la evolución histórica nos permitirá exponer la matriz autoritaria del dispositivo documentario, ya que partirá del sistema de identificación por medio de huellas dactilares y hará foco en la Ley N° 17.671 de Identificación, Registro y Clasificación del Potencial Humano Nacional, sancionada en 1968 por el presidente de facto Juan Carlos Onganía; base sobre la que implementó el Nuevo DNI, incluyendo los tres cambios de formato realizados en los últimos cuatro años durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

A modo de hipótesis inicial, consideramos que los acelerados cambios tecnológicos propios de la sociedad actual, -motorizados por la industria securitaria y militar-dificultan percibir la vigilancia y el control continuo al que estamos sometidos, sumado a la falta de una adecuada regulación y un debate en torno a los peligros que esto implica. Tal vez dicha situación responda al hecho de que habitualmente los avances técnicos -en este caso, en materia identificatoria- son presentados de manera positiva e, incluso, como imperiosos y necesarios, lo que imposibilita percibir ciertos riesgos que conllevan como la pérdida de la privacidad, la desprotección de los datos personales y la limitación de las libertades civiles.

Por otra parte, creemos que a partir de la modificación y profundización de la política documentaria/identificatoria se establece una relación asimétrica entre el Estado en su rol de recolector de datos y los individuos como proveedores de información, en la que el primero cuenta con una posición dominante capaz de quebrantar o avasallar el lugar más débil de este vínculo. Sin embargo, advertimos que en diversos momentos la ciudadanía no se compromete o no ejerce activamente la cultura cívica, ya que frente a la dicotomía entre la defensa de un derecho vulnerado y un beneficio inmediato, opta por este último.

El posicionamiento desigual en este vínculo puede convertir al Estado en un generador de políticas de exclusión, a partir de usos discrecionales de la información reunida en bases de datos, la utilización arbitraria de técnicas biométricas, la conformación de prontuarios o perfilados sociales y la segmentación de categorías al interior del cuerpo social. Todas estas pueden considerarse como modernas formas de ejercer el derecho de muerte por parte de los Estados en el período del denominado biopoder, cuya técnica de gobierno se caracteriza por la administración, intervención y desarrollo de la vida humana.]]>
2021-11-25T08:30:21-03:00

Dublin Core

Título

El dispositivo documentario como ensamble entre el período disciplinario y la era del control

Colaborador

Busaniche, Beatriz

Fecha

2016

Spatial Coverage

Temporal Coverage

1884-2015

Descripción

La presente tesina busca examinar posibles líneas de investigación sobre el dispositivo documentario como un mecanismo de control estatal desde una perspectiva biopolítica, la cual ofrece interesantes posibilidades analíticas para el estudio de una serie de fenómenos contemporáneos.

Para lograrlo, se realizará un estudio exploratorio considerando que se busca una inicial aproximación a la temática que incluirá desde el origen del proceso documentario argentino hasta la implementación de una innovadora política de Estado en materia identificatoria impulsada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, período que abarcará hasta el 10 de diciembre de 2015.

La identificación de la población resulta una cuestión de suma importancia para los Estados modernos, por lo que la ciencia y la tecnología trabajan continuamente en el desarrollo, avance e innovación de nuevas y reconfiguradas técnicas y dispositivos que permiten profundizar y perfeccionar las tareas de reconocer, controlar y vigilar a los individuos.

De manera inicial, el fichaje social comenzó con los considerados grupos de riesgo tales como las clases peligrosas, los sospechosos, los criminales, los terroristas y los sectores vulnerables a la estigmatización, para luego extenderse al conjunto de la población. Históricamente, los documentos de identificación constituyeron herramientas políticas creadas por los Estados con el mencionado objetivo de registrar e identificar a las personas.

La República Argentina fue una nación pionera en estas metodologías identificatorias, lo que funcionó como condición de posibilidad para la incorporación de herramientas tecnológicas en estos dispositivos. Dichas modificaciones se caracterizaron por el uso de tecnología biométrica en el nuevo Documento Nacional de Identidad (DNI), sumada a la potencialidad de convertirlo en un carnet electrónico con la inclusión de dos chips (datos biométricos + información que pueda interactuar con otra contenida en diversos sistemas) y la conformación de una gran base estatal de datos con la finalidad de reunir los registros personales e identificar y monitorear a todos los ciudadanos.

La tecnología biométrica consiste en el estudio de las características cuantitativas de los seres vivos empleando diversas técnicas y se define como un método automatizado de reconocimiento del individuo, basado en características biológicas (anatómicas y fisiológicas) y de comportamiento medible.

La posibilidad de convertir al Nuevo DNI en un carnet inteligente multipropósito se plantea a raíz de la incorporación de un doble chip que, además de los datos biométricos de la persona, se incluirá nueva información como la historia clínica, datos previsionales y jubilatorios y la información de los trayectos de la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE).

Por otra parte, se llevó a cabo la creación de la base estatal de datos a partir de la puesta en marcha del Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad (SIBIOS), que tiene por objetivo prestar un servicio centralizado de información respecto de los registros patronímicos y biológicos individuales, a fin de contribuir a la comprobación oportuna en materia identificatoria de personas y rostros.

De esta manera, estudiaremos los cambios y transformaciones producidas en el proceso documentario a la luz del concepto de biopoder planteado por Michel Foucault (2006), así como también analizaremos el dispositivo documentario como ensamble entre el período disciplinario y la era del control.

Desde finales del siglo XX, asistimos a una etapa de transición de lo que se denominó sociedades disciplinarias (Foucault, 1975) hacia una sociedad de control (Deleuze, 1990). Mientras que Foucault centra su análisis en las instituciones de encierro -lugares a los que los sujetos ingresaban (escuela, hospital, fábrica, cuartel, etc.) y eran disciplinados de modo tal que pudieran resultar útiles al sistema-, Deleuze plantea que existe una crisis generalizada de estas instituciones, donde el encierro está siendo reemplazado por un control continuo (vigilancia e identificación) y una comunicación basada en la incorporación de nuevas tecnologías, por lo que surgen nuevos o reconfigurados dispositivos tecnológicos construidos e impulsados en nombre de la seguridad y la protección.

Así, los Estados avanzan sobre la vigilancia y el control con el objeto (o la excusa) de proteger a las poblaciones de fenómenos como el terrorismo o la delincuencia mediante el desarrollo y la aplicación de estos mecanismos que, sirviéndose de las tecnologías de la información, permiten rastrear y monitorear a la ciudadanía de maneras cada vez más sigilosas e intrusivas.

En consonancia, la Argentina asiste a un momento en el que progresivamente se incorpora mayor tecnología en variados dispositivos sin vislumbrar claramente cuáles son los objetivos y sus alcances. Si bien algunas organizaciones manifestaron su preocupación por el avance de identificación de ciudadanos y el uso de múltiples técnicas para la vigilancia, estas cuestiones no reciben el debate público que merecen y las medidas son tomadas mediante resoluciones administrativas sin la correspondiente instancia de tratamiento y discusión en el Congreso Nacional.

En este contexto decidimos analizar el DNI -principal dispositivo de identificación de la sociedad disciplinaria argentina- con la reciente incorporación de tecnología digital. A su vez, intentaremos reconstruir la genealogía del DNI como dispositivo biopolítico, sus cambios y transformaciones, así como la incidencia en la privacidad, las libertades civiles y la protección de la intimidad garantizada por la Constitución Nacional.

El relevamiento de la evolución histórica nos permitirá exponer la matriz autoritaria del dispositivo documentario, ya que partirá del sistema de identificación por medio de huellas dactilares y hará foco en la Ley N° 17.671 de Identificación, Registro y Clasificación del Potencial Humano Nacional, sancionada en 1968 por el presidente de facto Juan Carlos Onganía; base sobre la que implementó el Nuevo DNI, incluyendo los tres cambios de formato realizados en los últimos cuatro años durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

A modo de hipótesis inicial, consideramos que los acelerados cambios tecnológicos propios de la sociedad actual, -motorizados por la industria securitaria y militar-dificultan percibir la vigilancia y el control continuo al que estamos sometidos, sumado a la falta de una adecuada regulación y un debate en torno a los peligros que esto implica. Tal vez dicha situación responda al hecho de que habitualmente los avances técnicos -en este caso, en materia identificatoria- son presentados de manera positiva e, incluso, como imperiosos y necesarios, lo que imposibilita percibir ciertos riesgos que conllevan como la pérdida de la privacidad, la desprotección de los datos personales y la limitación de las libertades civiles.

Por otra parte, creemos que a partir de la modificación y profundización de la política documentaria/identificatoria se establece una relación asimétrica entre el Estado en su rol de recolector de datos y los individuos como proveedores de información, en la que el primero cuenta con una posición dominante capaz de quebrantar o avasallar el lugar más débil de este vínculo. Sin embargo, advertimos que en diversos momentos la ciudadanía no se compromete o no ejerce activamente la cultura cívica, ya que frente a la dicotomía entre la defensa de un derecho vulnerado y un beneficio inmediato, opta por este último.

El posicionamiento desigual en este vínculo puede convertir al Estado en un generador de políticas de exclusión, a partir de usos discrecionales de la información reunida en bases de datos, la utilización arbitraria de técnicas biométricas, la conformación de prontuarios o perfilados sociales y la segmentación de categorías al interior del cuerpo social. Todas estas pueden considerarse como modernas formas de ejercer el derecho de muerte por parte de los Estados en el período del denominado biopoder, cuya técnica de gobierno se caracteriza por la administración, intervención y desarrollo de la vida humana.

Idioma

spa

Extent

139 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdf

Cobertura

ARG
1884-2015

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Licenciada en Ciencias de la Comunicación

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

Identificador interno

3774
]]>
https://repositorio.sociales.uba.ar/items/show/3752 <![CDATA[Piedrazos : la permanencia del conflicto ]]> Las fotografías de dos momentos de la historia argentina son el punto de partida de este trabajo. Entre diciembre de 2001 y diciembre de 2017, separan a los dos acontecimientos dieciséis años de historia. Sin embargo, un gesto une a las imágenes: el piedrazo. La primera imagen, tomada por el fotógrafo Enrique García Medina, muestra a un hombre de frente, que arroja una piedra con el Obelisco a sus espaldas, en medio de una ciudad hecha humo y escombros. En las fotografías de 2017, la fórmula se repite: un hombre lleva el brazo hacia atrás, toma impulso y lanza la piedra, esta vez en la Plaza Congreso, en el marco de las protestas contra la reforma previsional impulsada por el Gobierno de Mauricio Macri. ¿Qué contiene el gesto retratado? ¿Qué puede decirnos de la historia de los estallidos sociales en Argentina y del tipo de intervención de las clases populares en ellos?

Este trabajo se propone rastrear en las imágenes (las dos principales y otras) aquello que permita trazar conexiones, lo permanente y lo diferente, entre los acontecimientos de la historia analizados. Se parte de la base de que las fotografías históricas no son un cuerpo muerto a diseccionar a partir de determinadas reglas preestablecidas, sino que, por el contrario, ellas son la suspensión de un instante de tiempo vivo, y que esa vivencia está allí, latente en sus elementos. Vivencia dual, porque contiene tanto la potencia viva de a quien o a quienes se retrata, así como de quien retrata: fotógrafo y retratado.

Así, a lo largo del trabajo, el análisis fluctúa entre esos dos polos y las relaciones que establecen entre sí: ¿Qué dicen las imágenes en cuestión de ese particular estado de las pasiones humanas que lleva a determinadas personas, en determinados momentos de la historia, a tomar una piedra y arrojarla? ¿Cuánto del acervo de resistencia de clase está en ese gesto? Y en ese marco, ¿cómo construye su cuadro el fotógrafo y, sobre todo, qué imaginería histórica activa su inconsciente a la hora de retratar los piedrazos? ¿Cómo opera aquello en su accionar y cómo se modifica a lo largo de la historia?

Partimos de la base de que hay un modo posible de hacer historia con imágenes, un modo que no se limita a la mera acumulación de acontecimientos uno detrás del otro, sino que avanza en el trabajo de hacer revivir, como Philippe-Alain Michaud describe al trabajo de Aby Warburg, “al asociar la imagen a la palabra”, las fuerzas vivas contenidas en la impresión fotográfica de dichos acontecimientos. Entendemos que, trabajadas en unidad, en sus permanencias y en sus contradicciones, nuestras imágenes tienen mucho para decir del período abierto, y para nada cerrado, en diciembre de 2001. El trabajo, entonces, es darles la palabra.
]]>
2023-05-10T11:35:09-03:00

Dublin Core

Título

Piedrazos : la permanencia del conflicto

Colaborador

Savransky, Miguel

Fecha

2023

Descripción

Las fotografías de dos momentos de la historia argentina son el punto de partida de este trabajo. Entre diciembre de 2001 y diciembre de 2017, separan a los dos acontecimientos dieciséis años de historia. Sin embargo, un gesto une a las imágenes: el piedrazo. La primera imagen, tomada por el fotógrafo Enrique García Medina, muestra a un hombre de frente, que arroja una piedra con el Obelisco a sus espaldas, en medio de una ciudad hecha humo y escombros. En las fotografías de 2017, la fórmula se repite: un hombre lleva el brazo hacia atrás, toma impulso y lanza la piedra, esta vez en la Plaza Congreso, en el marco de las protestas contra la reforma previsional impulsada por el Gobierno de Mauricio Macri. ¿Qué contiene el gesto retratado? ¿Qué puede decirnos de la historia de los estallidos sociales en Argentina y del tipo de intervención de las clases populares en ellos?

Este trabajo se propone rastrear en las imágenes (las dos principales y otras) aquello que permita trazar conexiones, lo permanente y lo diferente, entre los acontecimientos de la historia analizados. Se parte de la base de que las fotografías históricas no son un cuerpo muerto a diseccionar a partir de determinadas reglas preestablecidas, sino que, por el contrario, ellas son la suspensión de un instante de tiempo vivo, y que esa vivencia está allí, latente en sus elementos. Vivencia dual, porque contiene tanto la potencia viva de a quien o a quienes se retrata, así como de quien retrata: fotógrafo y retratado.

Así, a lo largo del trabajo, el análisis fluctúa entre esos dos polos y las relaciones que establecen entre sí: ¿Qué dicen las imágenes en cuestión de ese particular estado de las pasiones humanas que lleva a determinadas personas, en determinados momentos de la historia, a tomar una piedra y arrojarla? ¿Cuánto del acervo de resistencia de clase está en ese gesto? Y en ese marco, ¿cómo construye su cuadro el fotógrafo y, sobre todo, qué imaginería histórica activa su inconsciente a la hora de retratar los piedrazos? ¿Cómo opera aquello en su accionar y cómo se modifica a lo largo de la historia?

Partimos de la base de que hay un modo posible de hacer historia con imágenes, un modo que no se limita a la mera acumulación de acontecimientos uno detrás del otro, sino que avanza en el trabajo de hacer revivir, como Philippe-Alain Michaud describe al trabajo de Aby Warburg, “al asociar la imagen a la palabra”, las fuerzas vivas contenidas en la impresión fotográfica de dichos acontecimientos. Entendemos que, trabajadas en unidad, en sus permanencias y en sus contradicciones, nuestras imágenes tienen mucho para decir del período abierto, y para nada cerrado, en diciembre de 2001. El trabajo, entonces, es darles la palabra.

Idioma

spa

Extent

80 p.

Derechos

info:eu-repo/semantics/openAccess
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)

Formato

application/pdef

Cobertura

ARG
2001
2017

Tesis Item Type Metadata

Título obtenido

Licenciado en Ciencias de la Comunicación

Institución otorgante

Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales

Lugar de edición

Identificador interno

5369
]]>