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  • Descripción es exacto "Cuando la trilogía Cincuenta Sombras de Grey, escrita por E.L. James, fue publicada en 2011 –y cuando un año después se convirtió en un fenómeno editorial–, los medios de comunicación masiva encontraron en estos libros un tema predilecto del que hablar. Novelas de ficción erótica que rompían récords de venta, que representaban una relación sadomasoquista y que animaban a mujeres adultas, según decían los periodistas, a experimentar en su vida sexual: era lo suficientemente novedoso y ―escandaloso‖ como para ocupar varias líneas de la prensa gráfica y horas de aire en la televisión y la radio. Al mismo tiempo, esta trilogía había despertado una enorme controversia en Internet, y había generado discusiones de las que pocos medios se hicieron eco. Mientras E.L. James disfrutaba su innegable éxito, las comunidades de fans en la web se sumían en largos y detallados debates sobre el verdadero origen de Cincuenta Sombras de Grey y sobre lo que James había hecho.

    Bastaba adentrarse un poco en los fandoms (el nombre que se les ha dado en inglés a las comunidades o grupos de fans, y que hoy se ha incorporado también al español) para entender lo que pasaba. Cincuenta Sombras de Grey había comenzado, en realidad, como fan fiction de Crepúsculo, la trilogía –también best seller– de Stephenie Meyer. La fan fiction, que ha sido estudiada extensivamente en los últimos 25 años, es la escritura de relatos de ficción basados en objetos culturales (series televisivas, películas, cómics y novelas, entre otros), y llevada a cabo por los fans de los mismos.

    Este tipo de escritura, una práctica que las comunidades de fans han explorado por décadas (primero a través de fanzines y luego por Internet), utiliza personajes y universos ajenos, de los que los fans –obviamente– no tienen la propiedad intelectual. Es algo que no presenta problemas cuando se trata de obras de ficción que son de dominio público, pero que se posiciona en un marco jurídico impreciso cuando los dueños del copyright pueden ejercer sus derechos.

    Master of the Universe era el nombre del fic escrito por James, en el que los protagonistas de Crepúsculo, Edward y Bella, tenían una relación sadomasoquista. Esto no representa algo extraño: desde sus comienzos, una parte considerable de lo escrito por los fans ha girado en torno a las relaciones románticas entre los personajes, estén representadas en el objeto cultural original o no. La fan fiction erótica, por lo tanto, ocupó siempre un lugar predominante en los fandoms e incluyó un amplio espectro de sub-géneros: por ejemplo, el slash y el femmeslash, que exploran las relaciones sexuales o amorosas entre dos hombres o dos mujeres, respectivamente. La historia de James, a su vez, era una fiel representación del fandom de Crepúsculo. Muchos de los elementos y conceptos más importantes de su fic reflejaban el fanon, es decir, las ideas surgidas en la comunidad (aceptadas, difundidas y compartidas por una gran mayoría de los fans) sobre ciertos personajes o características del universo sobre el cual escriben, en contraposición al canon, la palabra que describe lo que está explícitamente expresado en el objeto cultural original y es considerado oficial. Así, el BDSM en el fanfic de James se debió una tendencia generalizada en el fandom de representar la relación sexual entre Bella y Edward como un vínculo sadomasoquista.

    Para poder publicar sus libros, E.L. James hizo lo que en los fandoms se conoce como filing off the serial numbers o ―borrar los números de serie‖: quitó de su historia todos los elementos que indicaban que, anteriormente, esa obra había sido fan fiction, comenzando por el nombre de los personajes. Para James fue sumamente fácil: desde un comienzo, su fic fue del género AU (alternative universe o universo alternativo), es decir que Edward y Bella se desenvolvían en un universo distinto al de los libros; en este caso, su Edward no era un vampiro. A la práctica también se la llama pull to publish (P2P) o ―retirar para publicar‖, porque se retira al fic de Internet, donde se aloja para que otros fans puedan leerlo libremente, para publicarlo de forma convencional (sin dejar rastros). Así, cuando Master of the Universe se convirtió en Cincuenta Sombras de Grey, Edward y Bella pasaron a llamarse Christian y Anastasia.

    El problema, no obstante, fue que lo que hizo E.L. James quebró una de las reglas (autoimpuestas, pero que han logrado un alto grado de formalización) más tradicionales de los fandoms: el rechazo al lucro. Por distintos motivos que abordaremos en esta tesina, desde sus inicios las comunidades de fans han llevado a cabo producciones amateur sin fines de lucro, y han trabajado para que sus espacios estén libres de la comercialización y la monetización.

    Los fans, nos dice John Fiske (1992), típicamente no ganan dinero. Sin embargo, la monetización de las prácticas fan ha tenido, en los últimos cinco años, un aumento evidente. En este contexto, entendemos por monetización todo tipo de acción que implique una ganancia monetaria que surja del trabajo fan: sea cobrar por escribir un fanfic o ganar dinero al publicarlo ―borrando los números de serie‖, como lo ha hecho E.L. James. Para muchos, la comercialización también ocurre cuando una persona ajena al fandom lucra, mediante publicidad, con los sitios de la web en los que están alojados los fics.

    En esta tesina me propongo investigar qué sucedió en las comunidades de fans a partir del caso Cincuenta Sombras de Grey. Si bien en un primer análisis se puede observar una reacción negativa y en apariencia unánime, busqué indagar aún más en las discusiones y debates que tuvieron lugar, para comprender un problema complejo que no puede resumirse en una actitud condenatoria hacia alguien que rompió las reglas."
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