Explorar registros (1 total)

Search criteria:
  • Descripción es exacto "Argentina se encuentra dentro de los países que luego de su independencia, y aproximadamente a partir de 1880, se fueron convirtiendo, gracias a los grandes contingentes inmigratorios provenientes de Europa, en países multiculturales. Desde la década de 1880 hasta la actualidad, con diversos picos y fluctuaciones, Argentina no ha dejado de recibir personas provenientes de distintos lugares del mundo, del viejo continente, de Asia y de los países limítrofes.

    El objetivo de este trabajo es analizar la constitución identitaria de la colectividad griega en la República Argentina, específicamente la de uno de sus segmentos, la colectividad helénica de Palermo, que –por razones que se explicarán más adelante– es una de las más representativas del conjunto de las asociaciones culturales griegas creadas con el fin de nuclear a los recién llegados y descendientes. La colectividad griega se inscribe, entonces, dentro de Argentina como país multicultural. Si bien hubo muchos inmigrantes griegos que arribaron al país con la gran ola inmigratoria posterior a 1880, la mayoría lo hizo después de la Segunda Guerra Mundial, conformando un contingente de siete mil personas aproximadamente.

    Muchas colectividades o comunidades se conformaron –y siguen haciéndolo– amoldándose a las diversas condiciones sociales, culturales y políticas, desde hace más de cien años hasta la actualidad. La pregunta es entonces por qué Grecia, o mejor dicho: ¿por qué detenerse en la colectividad griega o helénica?

    La respuesta es simple y a la vez compleja: porque es Grecia sinónimo y representante de aquella civilización o cultura que floreció en los límites de las actuales Europa y Asia cuatro mil años antes de Cristo, y que destelló en el siglo V a.C. en una pequeña ciudad, hoy capital, llamada Atenas. En la palabra Grecia imaginariamente se engloba el legado de esa civilización: democracia, política, literatura, teatro, filosofía, arte, ritos, coraje, guerra, etcétera.

    Grecia entonces es aquella cultura que representa la plataforma fundacional de la misma civilización occidental. Occidente se edificó tomando como base muchos conceptos que “heredó” de la antigua Grecia, y esto subsiste en el mismo imaginario occidental hasta la actualidad. El griego es la raíz de todos los idiomas –hablados en occidente; Aristóteles fue el filósofo central durante toda la Edad Media; el griego fue el primer opositor a la barbarie en términos de una genealogía cultural, en general la oriental y en nombre, por supuesto, de la razón y de la libertad; éstos y muchos discursos más sembraron y cultivaron el imaginario del ser occidental.

    En la actualidad ese imaginario sigue estando presente en muchos textos, desde estrenos cinematográficos en los que Occidente, representado por trescientos espartanos y apelando al coraje, al valor, y en defensa de la libertad, derrotan a miles de “bestiales” persas; hasta en la imaginería clásica antigua, figurada por las columnas o guardas griegas, que funciona como sinónimo de respetabilidad y/o solemnidad.

    Es por esto que Grecia no es un país más, sino que representa lo fundante, la cuestión del origen de la misma civilización occidental. Lo que este trabajo se propone investigar es la divergencia entre ese imaginario fundacional que se tiene de Grecia (y por correspondencia de los griegos o del ser griego) y el imaginario que los mismos griegos construyen y poseen de Grecia, del ser griego y de sí mismos."
Resultados: 1 total
Formatos de salida

atom, csv, dcmes-xml, json, mobile-json, omeka-xml, rss2